Medio Ambiente acelerará los trámites para agilizar las nuevas baterías de cok

Una vez iniciada el pasado martes la operación de demolición de los 90 hornos de las antiguas baterías de cok de la acería gijonesa de ArcelorMittal, la intención de la empresa era comenzar en paralelo la construcción de las nuevas baterías, de las que la primera debería entrar en funcionamiento en el primer semestre de 2019, mientras que la segunda batería tendría que estar operativa, según los planes de la empresa, a finales de ese año. La obra ya está contratada con la empresa luxemburguesa Paul Würth. Desde la Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente se indicó ayer que la pertinente declaración de impacto ambiental podría estar lista en abril, cumpliendo así con los plazos con los que se mueve la empresa, pero se matizó que aún debe pasar por la Comisión para Asuntos Medioambientales del Principado de Asturias (CAMA). Con la agilidad que promete la consejería, se cumplirían los plazos de cuatro meses previstos. El problema viene con la la autorización ambiental integrada, que tiene un plazo más largo, de entre cinco y seis meses. Arcelor presentó la solicitud en diciembre, pero según la consejería dicha instancia «estaba incompleta», por lo que se requirió a ArcelorMittal, tanto por parte de la consejería como de la Confederación Hidrográfica, a completar la documentación, a lo quela empresa respondió «hace unos días».

En todo caso, la consejería insistió ayer en que «trabajaremos al mayor ritmo posible» para que ArcelorMittal pueda poner en marcha la construcción de las nuevas baterías de cok de Gijón, ya que desde el Gobierno regional se considera de interés prioritario que la empresa no sufra retrasos en la activación de una obra fundamental para su funcionamiento. En todo caso, el retraso de la autorización ambiental integrada puede demorar el inicio de la obra «dos o tres meses», según la consejería, que insistió en su «máximo compromiso por hacerlo -tramitar la autorización- en el menor plazo posible». Los plazos con los que trabaja ArcelorMittal están muy aquilatados, al punto de que un retraso en la ejecución de las baterías gijonesas podría obligarle a mantener en activo más tiempo las de Avilés, ya obsoletas.