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El consejero delegado de Liberbank, Manuel Menéndez.
Menéndez: «La liquidez de Liberbank se sitúa entre las mejores de los bancos cotizados»

Menéndez: «La liquidez de Liberbank se sitúa entre las mejores de los bancos cotizados»

El consejero delegado defiende la solidez de la entidad frente a los ataques «especulativos» sufridos en Bolsa y afirma que el 70% del accionariado ha mostrado su respaldo al banco

AIDA COLLADO

Domingo, 11 de junio 2017, 08:22

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El consejero delegado de Liberbank, Manuel Menéndez, salió ayer al paso de los «ataques especulativos» responsables de su profunda caída en Bolsa y los agitados vientos que le llegan del huracán generado por el Banco Popular, recientemente adquirido por el Santander al módico precio de un euro. Tras una dura semana, la entidad que integra a Cajastur -junto a CCM, Caja Extremadura y Caja Cantabria- acumula ya un mes de pérdidas bursátiles y se ha dejado por el camino la mitad de su cotización, más de 631 millones de euros. Menéndez no ha querido esperar ni un minuto más y ayer, sábado, salió a la palestra en la que fue una rotunda llamada a la tranquilidad, para aclarar que «Liberbank es una entidad sólida, ya que disponemos de unos niveles de solvencia que superan de forma holgada los requerimientos de la regulación y contamos con una posición de liquidez que se sitúa entre las mejores de los bancos cotizados españoles».

Una declaración de lo más contundente para acallar algunos de los dañinos análisis que estos días comenzaban a preocupar a sus clientes. El consejero delegado quiso explicar la razón por la que a su entender el parqué español se ha mostrado tan cruel con la entidad. La reciente volatilidad en la cotización de Liberbank, aseguró, «está influenciada por factores externos al banco, de carácter especulativo, puesto que no han ocurrido hechos relevantes que justifiquen los cambios tan bruscos en el precio de las acciones».

En este sentido, se refirió al Banco Popular sin nombrarlo para decir que «no es adecuado establecer paralelismos entre procesos que son diferentes en lo sustancial, pues la realidad de cada banco es distinta».

Llegados a este punto, Menéndez optó por recurrir a la mejor de las garantías y tirar de números. «Nuestra posición de liquidez supera los 12.000 millones de euros y los depósitos de personas físicas representan en torno al 96% del total de los depósitos del banco, de los cuales el 97% tienen un saldo inferior a 100.000 euros». A todo esto, amplió, se une el hecho de que «el 70% del accionariado, en manos de inversores institucionales, ha mostrado su respaldo al banco, especialmente en estos últimos días».

Cabe aquí destacar que uno de los grandes fuertes del grupo es su profunda concentración de capital, que recae en una amplísima mayoría en los accionistas de referencia de la entidad. Estos grandes accionistas llegan a sumar un 68,37% de los títulos (entre las fundaciones de las cajas, el fondo Oceanwood Capital, Ernesto Tinajero y el Grupo Masaveu). Precisamente, el hecho de que solo fluctúe el 31,62% del capital, hace que el cambio de titularidad de parte de estas acciones llame más la atención en el parqué español. Pero, por el momento, los accionistas de control parecen mantener intacta su confianza en el banco. De hecho, el pasado jueves, la Corporación Masaveu y el propio Manuel Menéndez reforzaron su participación en la entidad. La familia adquirió 50.000 títulos, equivalentes al 0,027% del capital, mientras que Menéndez subió su participación hasta el 0,048% con la compra de 80.000 títulos. El último en unirse a este frente fue Víctor Roza. El consejero realizó una operación en tres bloques: 3.000 acciones a 0,97 euros, 12.000 acciones a 0,86 euros y otras 12.000 acciones a 0,85 euros. Con todo, su participación en el capital ha subido hasta el 0,014% desde el anterior 0,011%. En total, el paquete total equivale a 129.652 títulos.

En el comunicado hecho público ayer, el consejero delegado quiso también recordar el compromiso expresado «unánimemente» por el consejo de Administración, que ayer señaló su plena confianza en «la solidez, liquidez y capacidad de atención a todos los clientes del banco». Y, más allá, reiteró su firme compromiso con la entidad y con su desarrollo futuro, «reafirmando su vocación de estabilidad en el accionariado del banco, conscientes de sus fortalezas y de su capacidad para generar valor».

Un mes complicado

Al margen de la confianza depositada en la entidad, esta acumuló ayer diez sesiones consecutivas de caídas en Bolsa. Desde que se conoció la resolución del Banco Popular el pasado miércoles, los títulos de Liberbank bajaron un 38%, lo que implica que la capitalización bursátil de la entidad cayó en 385 millones de euros en tan solo tres sesiones.

La razón del desplome es para los analistas más que evidente. Los inversores tienen miedo de verse atrapados en una situación parecida a la del Banco Popular (donde sus accionistas han perdido el 100% de su inversión con la intervención del banco por la falta de liquidez y su posterior venta por un euro al Santander) y temen, pese a que son casos distintos, que se repita la historia con Liberbank. Los inversores están estableciendo paralelismos entre bancos con un tamaño o características similares, produciéndose un castigo sobredimensionado en este caso y colocando a Liberbank en el foco de una integración del sistema bancario que en España está aún por concluir.

Sin embargo, hay motivos para mantener la calma. Antes de las palabras tranquilizadoras de Menéndez, los clientes y accionistas del banco pudieron respirar aliviados cuando el viernes la entidad informó de que el desplome bursátil que sufrieron sus acciones, sobre todo en los últimos días, no ha tenido ningún impacto relevante en su clientela, que no ha realizado retiradas significativas de depósitos.

Además, el grupo mantiene su objetivo de reducción del ratio de mora por debajo del 7% en 2018, frente al del 13% de finales de marzo de este año y del 19,5% de doce meses antes. El volumen de la cartera de activos dudosos también registró una disminución en el primer trimestre de este año de 254 millones de euros, lo que supone casi un 8% menos.

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