Asturias perdió 1.538 pensionistas en un año y la prestación media se incrementó en 25 euros

En este escenario han confluido dos circunstancias. Por un lado, las bajas en el sistema, que se han disparado, en torno al 10%, durante 2020 en comparación con el año anterior. Por otro, las nuevas altas no han sido suficientes para frenar esa caída. De hecho, y aunque se han producido 13.434 más en el último ejercicio -según los datos más recientes-, no fueron tantas como las que se habían registrado en ese mismo periodo de 2019: 14.553.

Para entender esta fluctuación es necesario atender a varios factores. En las bajas, el más evidente es la covid-19, que se ha cebado especialmente con los más mayores. Por otro, y que explicaría ese menor incremento en las altas, estaría en el colapso de la gestión de los servicios de la Seguridad Social. Sucedió desde el inicio de la crisis sanitaria y ahora se suma la carga extra de gestionar del Ingreso Mínimo Vital y las nuevas prestaciones por la pandemia. De hecho, el número de efectivos para darle salida a este trabajo se ha reducido en un 21% en la última década. A todo esto se suma un argumento que encontramos en la propia legislación y el impacto de las últimas reformas acometidas en el sistema. Basta recordar que se ha ido endureciendo la jubilación, paulatinamente más tardía y con la necesidad de acreditar más años de cotización para optar a la mejor pensión posible.

¿Cómo se traducen todas estas cifra en el gasto? Entre unos datos y otros, la crisis sanitaria ha conseguido algo que no se había logrado ni tan siquiera con las reformas: una contención del gasto en pensiones. Desgraciadamente, en buena parte, a costa de los fallecimientos por el coronavirus. Y esto tiene su reflejo en la nómina total. El importe de la correspondiente al pasado diciembre fue la que menos subió en la última década. No hay que irse muy lejos para hacer la comparativa, ya que respecto a 2019 creció dos puntos menos. Pero si seguimos yendo años atrás, la diferencia crece. Comparado con 2018, la diferencia es de 2,5 puntos, según se extrae de los datos publicados por el Ministerio de Seguridad Social.

Todo ello a pesar de que durante buena parte de la última década el gasto total de las pensiones se fue frenando tras la congelación aprobada en 2011 por el Gobierno de Rodríguez Zapatero y por la revalorización mínima a la que abocó a mayores la reforma de Mariano Rajoy. No obstante, diciembre volvió a marcar un nuevo récord en el presupuesto destinado a las pensiones contributivas. Solo en ese mes se gastaron en Asturias 360,48 millones de euros frente a los 355,11 millones del año anterior.

Este incremento, aunque más flojo que otros años, viene de la mano de las subidas en la pensión media en la región. En Asturias, actualmente se sitúa en 1.198,56 euros, 25 euros más que el año anterior. De todas las tipologías, es especialmente significativa la de jubilación, puesto que de las 330.769 totales, 181.634 pertenecen a este grupo. La cuantía media alcanzó en diciembre los 1.408,9 euros, la segunda más alta del país y muy por encima de la media nacional, que se queda en los 1.170 euros.

Las enormes diferencias que se pueden observar entre unos territorios y otros vienen motivada por las variaciones de las bases de cotización de los pensionistas, la edad a la que se jubilaron, el salario que percibieron mientras trabajaban o los años cotizados. Por ejemplo, en los salarios influye mucho la estructura productiva, de forma que las regiones con un mayor peso de la industria, como Asturias, suelen presentar sueldos más altos que las que viven principalmente del sector servicios.