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Un hombre saca dinero de un cajero del Santander al lado de una sucursal del Popular, en Madrid Reuters
La banca destruyó 6.200 empleos en 2019, su mayor ajuste laboral de los tres últimos años

La banca destruyó 6.200 empleos en 2019, su mayor ajuste laboral de los tres últimos años

Esas salidas, vinculadas a los ERE de Santander y CaixaBank, continuarán este año por la necesidad de recortar gastos y por la mayor digitalización

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Lunes, 17 de febrero 2020, 00:16

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Dos grandes expedientes de regulación de empleo (ERE) provocaron la salida de más de 5.000 trabajadores de la banca durante el año pasado. Los ajustes protagonizados por Santander y CaixaBank acumularon la mayor parte de la destrucción de puestos de trabajo de un sector en el que los recortes no cesan, a pesar de que el peor momento de la crisis financiera queda ya lejos, allá por 2013.

El saldo de trabajadores de las diez grandes entidades financieras se dejó en 6.275 empleos, lo que supuso una reducción del 4% con respecto al año anterior. El ejercicio de 2019 cerró con una plantilla conjunta de 153.146 trabajadores frente a los 159.421de 2018, según los datos publicados por los bancos cotizados y los facilitados a este diario por las entidades que no cotizan en Bolsa.

El número de despidos ejecutados durante el año pasado supone, además, el mayor registro de bajas laborales en el sector bancario de los tres últimos años. Cuando parecía que las etapas de recortes masivos se alejaban, a medida que lo hacían los peores momentos de la crisis, las entidades han vuelto a despojarse de un mayor número de efectivos en 2019. El contexto más tenso se vivió en 2013, cuando salieron de las estructuras de los bancos casi 18.000 empleados en un solo año. A partir de entonces, los ajustes, aunque considerables, fueron reduciéndose: unos 9.600 empleados menos en 2014; otros 5.500 en 2015; más de 8.600 en 2016; menos de 2.000 en 2017;y 5.300 durante 2018, según los datos del Banco de España.

Aunque aparentemente los dos últimos procesos de despido colectivo de Santander y CaixaBank supongan una excepcionalidad (estas entidades no aplican EREtodos los años) sí que implican la continuidad de esas medidas aplicadas por otros bancos (en 2018 el mayor ERE fue el de Bankia, tras fusionarse con BMN, con unos dos millares de afectados); y previsiblemente serán los predecesores de lo que está por ocurrir en 2020.

Por ahora, Ibercaja Banco ya ha anunciado un ERE que afectará a 550 trabajadores (más de un 10% de su plantilla) y que a la vez se llevará por delante unas 160 oficinas en toda España. El reparto territorial de esta decisión se conocerá hoy mismo dentro del plan de reestructuración puesto en marcha para rebajar sus costes operativos.

Esa justificación, la de aplicar recortes en los epígrafes de los gastos de las cuentas de resultados, es la esgrimida habitualmente por los banqueros para anunciar grandes ajustes de puestos de trabajo o, sin hacer públicas estas reestructuraciones con ERE, continuar con una política laboral por la que sale más gente del banco de la que accede al mismo.

La lupa sobre el gasto

Las recomendaciones de los organismos oficiales van por ese camino. El Banco de España insiste periódicamente en aconsejar ajustes de los gastos operativos de las entidades y una redimensión de su red de oficinas. Esto es, menos personal y menos sucursales a pie de calle. En la misma línea se pronuncia el Banco Central Europeo (BCE).

Y la banca admite que tiene pocas palancas más que los despidos para reducir costes en un contexto de tipos de interés en mínimos y exigencias regulatorias en máximos. En cualquier caso, el sector recuerda que la mayor parte de las salidas son voluntarias, con acuerdos consensuados con los sindicatos.

El aterrizaje de nuevos perfiles a la banca está muy relacionado con la incorporación de más personal –sobre todo joven– con conocimientos tecnológicos, matemáticos y especializados en la red o en el tratamiento de datos, frente a quienes trabajaban en la red comercial de cada entidad financiera.

Más peticiones de las esperadas para irse de las entidades

Los grandes ERE aplicados por la banca suelen tener un punto denominador común: el mayor número de solicitudes de los empleados que quieren acogerse a esos procesos frente a los que calculaban los bancos. Así ocurrió en los ajustes de Santander y CaixaBank el año pasado. La razón principal se encuentra, entre otras, en las condiciones económicas ofrecidas, a las que solo pueden acceder trabajadores de determinados sectores económicos y grandes firmas. En algunos casos, las indemnizaciones alcanzaron hasta el 80% del sueldo pensionable y la cotización a la Seguridad Social hasta el momento de poder acceder a la edad de 63 años, momento de jubilarse anticipadamente. Los bancos también han aplicado el pago de primas especiales, dependiendo de la edad del trabajador, y otros ingresos que provocaron la adhesión masiva de las plantillas a los ERE.

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