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E. ARENAS
Domingo, 22 de junio 2014, 01:40
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Casi dos años después de su muerte, el fundador y presidente durante 40 años de Central Lechera Asturiana (Clas) recibió ayer un homenaje de sus amigos y antiguos compañeros durante un acto de recuerdo celebrado en el palacio del Marqués de Casa Estrada, en Martimporra, la capital del concejo de Bimenes. «Cada día que pasa apreciamos más su obra», dijeron los asistentes al evocar a un empresario que fue «un adelantado a su tiempo y un idealista que no solo creó el mayor grupo lácteo de capital nacional, sino que también fue capaz de aglutinar a los ganaderos en torno a su importante proyecto». Así lo resumió la directora general de Desarrollo Rural y Agroalimentación del Principado, Tomasa Arce. Según dijo, «Sáenz de Miera transformó el sector vacuno lechero y su obra sigue viva. Eso lo podemos agradecer todos los asturianos y, especialmente, lo pueden agradecer los ganaderos que tienen la ventaja de poseer la mejor industria láctea de todo el país con denominación asturiana».
Jesús Sáenz de Miera, que nació en 1920 en la localidad leonesa de Valencia de Don Juan, fundó en 1967 Central Lechera Asturiana (Clas), el mayor grupo lácteo de capital nacional y la mayor organización agraria de espíritu cooperativo, que presidió hasta 2007. Falleció a finales de septiembre de 2012 en Oviedo a los 91 años.
El acto de recuerdo del empresario comenzó con la celebración de una misa en la capilla de la Virgen del Camino, del Palacio de Bimenes, y un almuerzo tras el cual representantes del sector empresarial y amigos intervinieron para evocar su trayectoria.
No podía faltar en el homenaje a Sáenz de Miera el que fuera consejero delegado de Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa) y su primer ejecutivo durante veinte años, Pedro Astals, quien dijo del fundador que «tenemos con él una deuda de gratitud infinita». Para el antiguo ejecutivo de Capsa, Jesús Sáenz de Miera fue «un gran visionario que supo convertir su proyecto vital en una realidad».
Francisco Rodríguez, presidente de Ilas y fundador de Reny Picot, dijo que Sáenz de Miera «fue un idealista puro, un hombre que quería la mejora de España y de todas las cosas que dependieran de él. Por eso forjó lo que forjó. Fue un adelantado a su época al lograr plantar en el medio de Asturias una gran central lechera que con el tiempo llegó a ser la primera de España».
El director general de Central Lechera Asturiana, Francisco Sanmartín, dijo que «como fundador y presidente durante largo tiempo nos merece el reconocimiento y un recuerdo entrañable por su labor».
Cari López Fernández-Nespral, la viuda del fundador de Clas, saludó uno por uno a los asistentes y recordó algunos pasajes de su vida junto a él: «Nos quisimos mucho en una larga vida matrimonial y solo reñíamos cuando él dejaba cualquier cosa que estuviéramos haciendo para ocuparse de la empresa. Yo le decía que sólo reñíamos por culpa de la leche y el respondía que tenía que perdonarle porque era por culpa de la buena leche», recordó ayer.
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