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Antonio Suárez, junto a los 13 miembros de la tripulación del 'Oaxaca', canta el himno de los Estados Unidos de México durante el izado de la bandera mexicana, acompañado por los invitados al acto de bendición y amadrinamiento.
Antonio Suárez: «Armón será el paladín europeo en la construcción de pesqueros»

Antonio Suárez: «Armón será el paladín europeo en la construcción de pesqueros»

La bendición y amadrinamiento del atunero 'Oaxaca' para Grupomar consolida «la intensa amistad» entre el astillero y el empresario asturmexicano

Octavio Villa

Lunes, 4 de agosto 2014, 00:38

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El Espigón 2 de El Musel fue ayer escenario de un acto divertido, colorista y feliz, la bendición y amadrinamiento del atunero Oaxaca, segundo de los tres que Grupomar, la empresa del asturmexicano Antonio Suárez ha contratado con Astilleros Armón. Pero, por encima de la incesante música del mariachi que acompañó el acto y de la evidente satisfacción de la familia Suárez de Guerra, el acto de ayer estuvo marcado por el optimismo. Confianza de México en su futuro, encarnado en los discursos del propio Antonio Suárez y de la embajadora en España, Roberta Lajous, así como por la presencia del subsecretario de Comercio Exterior, Francisco de Rosenzweig. Confianza de Armón en su capacidad para apostar por la construcción de buques de la más alta tecnología, y confianza de Asturias en esa apuesta, según expresó el presidente del Principado, Javier Fernández.

El buque, de casi 80 metros de eslora y con 60 días de autonomía de navegación, es un alarde de la capacidad tecnológica de Armón, plasmada también en el anterior atunero, el Gijón, entregado el año pasado y amadrinado por María Luisa Gutiérrez, la esposa de Antonio Suárez. Ayer la protagonista de la ceremonia fue la hija de ambos, María Fernanda Suárez, tan radiante durante todo el acto como satisfecho se veía a su padre. Éste, durante los discursos que precedieron al amadrinamiento, apeló a la emotividad, a las raíces «asturianas y zapotecas» de su familia y a la vinculación que quiere que las sucesivas generaciones mantengan con esos orígenes, pero también demostró que su apuesta por Armón no se basa en razones afectivas: «Agradezco al astillero algo que no es usual, que no haya más entre nosotros que una intensa amistad» y ninguna queja, gracias a «su trabajo, muy profesional». Orgulloso de su nuevo buque, Suárez vaticinó que «seguro que Armón será el paladín europeo de la construcción de pesqueros», y tuvo un recuerdo para «la parte que no luce, pero la que saca el trabajo adelante: Los obreros de Armón, personal muy cabal, preparado y trabajador».

A la «acreditada robustez tecnológica y reputado espíritu exportador» de los astilleros asturianos se refirió también Javier Fernández, que subrayó que «después de haber sufrido vivos reveses en empleo y actividad, se sitúa ahora en la vanguardia y lidera el mercado nacional. Astilleros Armón es ejemplo de esta resistencia y empuje», y anotó que en su cartera de pedidos «en crecimiento, cinco atuneros esperan aún su remate».

Abogó el presidente regional porque el desarrollo econonómico de Asturias se apoye «en el fortalecimiento industrial y en la internacionalización de nuestras empresas, más modernas y tecnológicas, más flexibles y con una utilización más intensa de los servicios avanzados». Finalizó Fernández invitando a Antonio Suárez a seguir colaborando con ese enriquecimiento mutuo para México y Asturias.

Por parte de Armón, su consejero delegado, Laudelino Alperi, también apostó por reforzar esa vinculación con la familia Suárez en sucesivas generaciones, pero también tuvo un momento para coincidir con el presidente regional en la necesidad de recuperar el peso de la industria, «que ahora supone el 15% del PIB regional, cuando llegó a ser el 25%», y aprovechó para instar a «los agentes sociales», muchos de los cuales estaban presentes, a «poner, todos, algo de nuestra parte. No vale el discurso del 'esto es lo que hay'», dijo Alperi, que reclamó que se corrijan los efectos perniciosos para la industria instalada en Asturias que suponen las diferencias en la fiscalidad de unas y otras regiones. El mensaje fue corto y conciso en su discurso y, sin salir del tono festivo general, fue claramente entendido por sus destinatarios.

La embajadora mexicana en España, Roberta Lajous, acompañada en todo momento por la avilesina Ana López-Ocaña Lorda, esposa del embajador español en México, Luis Fernández-Cid de las Alas Pumarino, aseveró que «con la tecnología española y la emprendeduría mexicana, es posible multiplicar nuestros recursos y el crecimiento», en tanto que el subsecretario de Comercio Exterior azteca, Francisco de Rosenzweig, adujo que «las reformas estructurales del presidente Peña Nieto en el sector pesquero nos llevarán a expandir la flota, y eso conllevará una mayor derrama de recursos para los astilleros».

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