«La recuperación en ingeniería y construcción industrial es lenta»

Tomás Casado, presidente del grupo Imasa, recibirá el próximo viernes la Medalla de Plata de Asturias. El Principado le quiere reconocer de esta manera su amplia trayectoria empresarial, el haber sido pionero en la internacionalización de la empresa asturiana y su destacada implicación en proyectos sociales y culturales.

¿Qué supone para un zamorano de nacimiento recibir la Medalla de Plata de Asturias?

Es para mí un motivo de orgullo y, gestos como éste, me reconfortan y compensan los esfuerzos realizados en mi larga trayectoria empresarial. Quiero trasmitir mi agradecimiento al Gobierno del Principado por esta distinción.

Este año ha recibido la Amuravela de Oro por parte de la Asociación Amigos de Cudillero. Está claro que se le quiere y se le reconoce en Asturias. ¿Así lo siente?

Vine muy joven de mi pueblo natal, Valdescorriel, en Zamora, a Avilés, donde me asenté, ligando para siempre mi vida a esta querida tierra asturiana, en la que me casé y resido y por la que sigo apostando, contando con el afecto incondicional de innumerables amigos.

Ha sido usted pionero en la internacionalización de las empresas asturianas. ¿Hasta dónde ha llegado Imasa?

Apostamos por la internacionalización desde la década de los 80, cuando Imasa ejecutó su primer proyecto en el exterior. Luego vinieron otros muchos en diferentes países como Marruecos, Argelia, Gabón, Sudáfrica, Argentina, Brasil, Chile, Perú, Italia, Francia, Portugal, Suiza, Australia... Durante este tiempo hemos ido abriendo filiales en Portugal, Suiza, Marruecos, Sudáfrica, Chile, Uruguay, Perú, Colombia, México y Brasil, estando en proceso de constitución las que se implantarán en Bolivia y en Arabia Saudí. Imasa actualmente está presente en los continentes africano y sudamericano preferentemente, habiendo desarrollado su actividad empresarial en los cinco continentes a lo largo de su historia.

¿Cuáles son ahora los principales mercados de expansión?

Recientemente nos han adjudicado la construcción de una planta cementera en Bolivia, que realizamos participando en un consorcio. Trabajamos también en la instalación de almacenamiento y productos petrolíferos en Colombia, la unidad de destilados medios en Perú, los diferentes proyectos de manejo y transporte de mineral en Marruecos, la construcción de varias plantas solares en Sudáfrica...

¿El futuro de las empresas asturianas pasa por la internacionalización?

Para Imasa la apuesta internacional no es una novedad ni ha sido una estrategia defensiva por la caída del mercado español debido a la crisis. La actividad internacional representa hoy en día más del 80% de su cartera y, aunque seguimos manteniendo nuestro interés en potenciar el mercado en España, hemos intensificado nuestra gestión en el exterior.

¿Cuál ha sido la estrategia de Imasa para capear la crisis?

El éxito de Imasa se fundamenta principalmente en su equipo humano, su trayectoria de servicio al cliente, su dedicación prioritaria por anteponer en sus proyectos la seguridad, el medio ambiente y la calidad. El I+D+i está siempre presente en el diseño y el desarrollo de cada proyecto, utilizando las metodologías más avanzadas con la finalidad de ofrecer valor añadido a los mismos. La crisis nos ha afectado a todos en mayor o menor medida. El sector de la ingeniería y construcción industrial se ha visto perjudicado por la paralización de las inversiones en nuevos proyectos de instalaciones y plantas industriales, y también por la reducción en los presupuestos destinados a la renovación y el mantenimiento de las existentes.

¿Cree que, tal y como apuntan algunos índices económicos, se está saliendo de la crisis?

Aunque se pueda tener esa sensación por los datos macroeconómicos registrados en los últimos trimestres, nuestra impresión es que la recuperación de la actividad en los sectores de la ingeniería y la construcción industrial es lenta.

¿Qué propone?

En nuestro país se necesita recuperar las inversiones en infraestructuras y sectores industriales, así como en innovación, tanto por las empresas como por la administración. Esto supondría un impulso vital para la creación de empleo y la competitividad de la economía durante los próximos años. Las medidas adoptadas y que se adopten en un futuro próximo encaminadas a favorecer el estímulo económico y la reducción de costes por parte de la administración deben estar dirigidas a amortiguar el impacto de la crisis, tanto en lo económico como en lo social. Estas medidas son decisivas para garantizar una recuperación económica sostenible y constante que mantenga la calidad de vida de los ciudadanos y nos permita seguir compitiendo con los países desarrollados.

También se le hace entrega del galardón por su implicación en proyectos sociales y culturales. ¿Cuáles son los que ha apoyado y de los que más orgulloso se siente?

He participado y participo en diferentes proyectos sociales con ONGs, fundaciones, sin olvidar la cultura, constituyendo la Fundación 'Don Pelayo', de la que soy presidente fundador, dedicada a la música y a la danza, y siendo su principal objetivo ayudar a niños y mayores con el propósito de superar su discapacidad o su incomunicación. Igualmente constituí la Asociación Cultural 'Santa Marta' y la Asociación 'Amigos de la Santina', ambas en Valdescorriel, colaborando intensamente también con Mensajeros de al Paz, entre otras organizaciones benéficas.