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El presidente de Gondán, Álvaro Platero, observa la grada principal del astillero donde se construye el 'Stril Mar', un buque de apoyo a plataformas petrolíferas.
Gondán, un astillero que mira para Noruega

Gondán, un astillero que mira para Noruega

Con 300 empleados y carga de trabajo hasta mediados de 2017, tiene que drenar la ría cada vez que sale un buque

ENRIQUE ARENAS

Domingo, 15 de marzo 2015, 01:33

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La historia de la construcción de barcos en el Occidente de Asturias comenzó en plena época de la Armada Invencible, a finales del siglo XVI, y se mantuvo casi sin interrupción hasta nuestros días. No faltaron dificultades y los que ahora llevan el testigo también tienen que luchar contra los elementos en forma de bancos de arena en la ría del Eo, que dificultan las botaduras; el escaso espacio para crecer por la escasez de terreno apropiado junto al astillero o el bajo vano del puente de Los Santos, que impide la salida de buques de cierta altura.

Astilleros Gondán afronta «con mucho optimismo» el nuevo ciclo de la construcción naval que acaba de iniciarse en España tras quedar atrás la última crisis financiera y el polémico 'tax lease', el sistema de bonificaciones fiscales empleado en España para la construcción de buques, que la CE prohibió en 2011. Lo asegura Álvaro Platero, el máximo responsable de la empresa de Castropol, que también es desde hace tres años el presidente de Pequeños y Medianos Astilleros en Reconversión (Pymar), la patronal de los astilleros privados españoles.

La vida profesional de Álvaro Platero siempre ha estado vinculada a Astilleros Gondán, empresa creada en 1925 por su abuelo y ubicada en Figueras (Castropol). Nada más acabar la carrera de ingeniería naval, en 1987, se incorporó a la compañía y cuatro años después, en 1991, se convirtió en el administrador de un astillero que, por entonces, estaba muy atrasado en lo tecnológico. Pocos empresarios tienen tan claro el futuro de su compañía como Platero, quien asegura, tras exponer las dificultades que cada día debe superar su astillero, que «si se llevan haciendo barcos aquí desde la época de la Armada Invencible no lo vamos a abandonar nosotros ahora, máxime, cuando mi hijo Álvaro está trabajando duro para sacar adelante la carrera de ingeniería naval. El futuro está asegurado». Su abuelo fundó Gondán a orillas del Eo a principios del siglo pasado y su bisabuelo ya construía barcos. Decidieron el nombre porque es el del pueblo donde nació el tatarabuelo del actual propietario de la compañía, una pequeña aldea del interior de la provincia de Lugo, próxima a Lorenzana. Platero empezó a trabajar en el astillero en 1987 y cogió las riendas cuatro años antes de que falleciera su abuelo en 1995. Desde 1990 hasta 2005 las instalaciones de Figueras sufrieron importantes cambios, porque «el astillero estaba tecnológicamente atrasado y decidimos abordar su modernización». En aquella época Gondán hacía, fundamentalmente, buques pesqueros arrastreros para armadores españoles, pero después empezó la diversificación y la construcción de buques mayores y más sofisticados desde el punto de vista tecnológico. En el momento en que la construcción de pesqueros se vino abajo en España, a finales de los años noventa y los primeros años de este siglo, Gondán empezó a construir ese mismo tipo de buques para Noruega, y ahora es en el Norte de Europa donde la empresa de Figueras tiene su principal nicho de mercado. Ahora construye buques a medida para el apoyo a plataformas petrolíferas, remolcadores, buques oceanográficos, patrulleras y veleros. En el caso de los oceanográficos, Álvaro Platero explica que está especialmente satisfecho de haber logrado el concurso del Gobierno de Noruega al que se presentaron otros ocho astilleros y que se llevó la empresa asturiana gracias a su mejor precio y calidad. Sobre 32.000 metros cuadrados de terreno, 17.000 de ellos cubiertos, el astillero de Figueras tiene su base a orillas de la ría del Eo, en donde cuenta con 200 metros de muelle. Con una facturación anual de entre 60 y 100 millones de euros, en la actualidad emplea a entre 250 y 300 trabajadores, 100 de ellos con contratos indefinidos. El astillero tiene ahora carga de trabajo al 100% de su capacidad hasta mediados de 2017.

«No exportamos astilleros»

En medio de todas las dificultades, a Gondán le propusieron trasladar parte de la actividad del astillero a Asia. «Es un buen negocio», le aseguraron a Álvaro Platero, pero la idea no prosperó. El máximo responsable de Gondán, que enmarcó esas propuestas en planes para trasladar tecnología a zonas donde carece de ella, se negó en rotundo. «Yo exporto barcos, no astilleros», respondió.

Sacar adelante Gondán, sin embargo, no es tarea fácil. En una visita a sus instalaciones se puede observar el trabajo desarrollado para conseguir espacio entre la ría y el monte y lograr el máximo rendimiento posible. Sobre los terrenos en cuesta se elevaron las grandes naves cubiertas para el corte y el manejo de la chapa naval y el ensamblaje de los cascos de los barcos que luego serán trasladados a las gradas. Las naves están prácticamente colgadas de la pendiente, pero ello no impedirá que en unos días Gondán inicie los trabajos para ampliar estas instalaciones ante la demanda de barcos y el trabajo que tiene el astillero. Debido a la falta de espacio, la empresa ya realiza, sin embargo, parte de los trabajos fuera. Concretamente, en una nave de 5.000 metros cuadrados ubicada en el polígono de Barres y en los astilleros del Eo, en Vegadeo.

Astilleros Gondán está a punto de entregar a la Marine Society Sea Cadets el velero de dos palos y casco de acero de 32 metros de eslora y siete metros de manga que construyó para la escuela de la Royal Navy.

En su grada principal, el astillero tiene en la actualidad al 'Stril Mar', un buque de apoyo a plataformas petrolíferas (PSV), que será botado el día 18 de abril. También trabaja en la construcción de un oceanográfico para el Gobierno de Noruega de 74 metros de eslora, que será entregado en el verano de 2016. El astillero tiene en cartera también la construcción de tres remolcadores de 40 metros de eslora para un armador noruego.

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