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Instalaciones del puerto de Zeebrugge.
Duro Felguera deja su huella en Zeebrugge

Duro Felguera deja su huella en Zeebrugge

Construirá en el puerto belga uno de los mayores tanques de almacenamiento de gas natural licuado del mundo

ANA MORIYÓN

Viernes, 3 de abril 2015, 00:14

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La empresa de bienes de equipo e ingeniería Duro Felguera se ha convertido en una de las principales firmas a nivel internacional en el campo del almacenamiento de combustibles, tanto líquidos como gases, con experiencia en Perú, Colombia, Costa Rica, Panamá, Sudáfrica, Nigeria, Argelia y Arabia Saudí. Ahora, la compañía asturiana se enfrenta a uno de sus mayores retos con la ampliación de la terminal de gas natural licuado de Zeebrugge (Bélgica), emplazada en el puerto del mismo nombre. La firma Fluxys LNG acaba de adjudicarle por 150 millones de euros la ejecución de un sistema de recuperación de vapores de gas natural (boiloff) y la construcción del que será el quinto tanque de almacenamiento de GNL de la planta, y uno de los mayores del mundo, con capacidad para 180.000 metros cúbicos de capacidad.

Duro Felguera dejará así su particular huella en el puerto de Zeebrugge, emplazado en las inmediaciones de la ciudad de Brujas y el segundo más importante de Bélgica después del de Oostende. Transitan por él anualmente más de 40 millones de toneladas de mercancía, aunque destaca especialmente por ocupar el segundo puesto en el ranking europeo de puertos en tráfico de transporte de cargamento rodado. Las modernas instalaciones de este muelle y su estratégica ubicación en la costa del Mar del Norte -el mar con mayor tráfico de navegación del mundo y entre los puertos de Francia, Países Bajos, Reino Unido y Alemania- le ha servido para despuntar también en otros sectores como el del tráfico de contenedores, de personas (700.000 pasajeros anuales), de granel seco (principalmente materiales de construcción, pero también cereales, piensos y fertilizantes que se procesan en el propio puerto), de fruta fresca (kiwis y plátanos, mayoritariamente), pulpa de papel, patatas y zumos de fruta. Pero, sobre todo, le ha permitido consolidarse como una prestigiosa plataforma de distribución de gas, hasta el punto de que abastece el 15% del mercado de Europa Occidental.

El sistema gasista del puerto de Zeebrugge se verá ahora reforzado con la firma de un contrato por 20 años entre la empresa Fluxys LNG y Yamal LNG para el transbordo de hasta ocho millones de toneladas de GNL al año que tiene por objeto apoyar la entrega de gas durante todo el año desde la península de Yamal (una de las mayores reservas de gas natural de Rusia) a los mercados Asia-Pacífico.

Estos servicios de transbordo requieren la construcción del quinto tanque en la regasificadora, además de la instalación de procesos adicionales. Un ambicioso proyecto de ampliación valorado en 200.000 euros en el que participará Duro Felguera y que permitirá incrementar la capacidad de almacenamiento de dicha terminal de los 380.000 metros cúbicos que aportan los cuatro tanques actuales, a 560.000 metros cúbicos una vez finalizada la obra.

El Musel, sin actividad

La capacidad de reserva de la planta belga será entonces prácticamente el doble de la que tiene la regasificadora gijonesa de El Musel, compuesta por dos tanques para almacenar 150.000 metros cúbicos de gas licuado cada uno, que también ejecutó Duro Felguera, con un presupuesto de 120 millones de euros. Pero ésta no es la única diferencia entre ambas instalaciones. La asturiana, cuyas obras comenzaron a finales 2009 y se prolongaron durante tres años con un presupuesto total cercano a los 400 millones de euros, permanece 'hibernando' desde finales de 2012 y sin actividad pese a que se trata del mayor proyecto industrial en la región en muchas décadas.

Quedó en suspenso tras dictar el Gobierno de Mariano Rajoy un real decreto de medidas de ahorro en los sectores de electricidad y de gas y, con el gasoducto Musel-Llanera ya finalizado, está a la espera de que el Ministerio de Industria decida sobre su futuro. Aunque la Comisión Nacional de la Energía (CNE) estima que su puesta en marcha no será necesaria antes de 2017 para abastecer a la red gasística nacional, desde el Gobierno del Principado se lleva tiempo presionando al Ejecutivo central para tratar de agilizar su entrada en servicio ya que, aseguran los expertos, podría convertir a Asturias en uno de los enclaves estratégicos para la seguridad energética de España.

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