EdP compra a Repsol por 116 millones su activos de gas en el Norte de España

EdP ha alcanzado un acuerdo con Repsol para la adquisición de sus activos de distribución de gas licuado de petróleo (GLP) en el norte de España (Asturias, Cantabria y País Vasco) por 116 millones de euros, según informaron ayer ambas compañías.

En este acuerdo se incluyen los aproximadamente 82.000 puntos de suministro de gas propano licuefactado localizados en las áreas en las que EdP, a través de EdP Naturgas Energía, proporciona el servicio de suministro de gas natural. En el caso asturiano, los puntos de suministro que supone el acuerdo dado a conocer ayer son unos 17.000. Entre los equipamientos que incluye la venta se encuentran los depósitos de la Campa de Torres.

La conclusión de la operación está condicionada a unas diligencias previas de auditoría y a determinadas condiciones, que incluyen las autorizaciones pertinentes de las autoridades de competencia y las regulatorias competentes, por lo que se prevé que la materialización del acuerdo se concrete durante el segundo semestre de este año.

Con este acuerdo, EdP incrementará en un 9% sus puntos de suministro de gas en España y alcanzará ya un millón de clientes, lo que refuerza su posición estratégica «como líder en distribución y suministro de gas en el mercado ibérico», según la propia empresa.

Proceso de desinversión

Paralelamente al acuerdo adoptado con EdP, Repsol ha negociado también la venta de sus activos de distribución de gas canalizado en Extremadura por otros 20 millones de euros a Gas Extremadura, con unos 20.000 puntos de suministro. Entre ambas operaciones, Repsol ha generado una plusvalía de 76 millones de euros, según fuentes de la compañía, que recuerdan que esta operación se une a la anunciada en septiembre pasado, cuando Repsol vendió activos a Gas Natural Distribución y Redexis por valor de 652 millones de euros.

Así, las desinversiones de Repsol en el negocio de la distribución de gas, considerado por la empresa como «no estratégico», ascienden a 788 millones de euros, con una plusvalía acumulada después de impuestos de 431 millones de euros.

El proceso no ha sido una desinversión completa en el sector, puesto que Repsol mantiene una cartera de instalaciones de gas canalizado con capacidad de suministro para unos 42.000 clientes, todos ellos en la comunidad de Madrid, a los que por el momento seguirá prestando servicio.

La venta por parte de Repsol de su negocio de gas canalizado en el norte de España y Extremadura se enmarca en una de sus líneas de su Plan Estratégico 2016-2020, en el que la empresa ha definido un cambio de objetivo de su negocio hacia la creación de valor tras el crecimiento alcanzado en los últimos años y que culminó con la adquisición de Talisman Energy, una empresa multinacional petrolífera de origen canadiense con sede en Calgary que es líder en exploración y producción de petróleo y gas y una de las mayores compañías de petróleo y de gas independientes de Canadá.

Repsol confía en obtener «6.200 millones de euros por desinversiones en activos no estratégicos entre 2016 y 2020». Además de la desinversión en el negocio de gas canalizado que suponen los acuerdos de septiembre pasado y el anunciado ayer, Repsol salió del accionariado de CLH también en septiembre pasado, tras la venta del 10% del capital de la compañía logística, valorado en 325 millones de euros.