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M. Adelo
Viernes, 12 de febrero 2016, 13:15
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Uno de los pocos faros que últimamente iluminan a los inversores en medio de la creciente incertidumbre bursátil es AENA, la compañía semipública (el 49% del capital está en manos privadas) que se estrenó hace un año en el mercado y que se ha revalorizado en 5.634 millones de euros.
Números en mano, la situación del gestor aeroportuario se antoja casi envidiable. El 11 de febrero de 2015 salió al parqué a un precio de 58 euros por título el Estado, que mantiene el 51%, ingresó 4.262 millones por el resto, y este viernes cerró a 95,6 euros, casi un 65% más alto. Y_aunque como al resto de miembros del Ibex-35, el deprimente inicio de año en los mercados le ha hecho bajar su nivel de cotización (cede un 9,3% desde el 1 de enero frente al -17% del índice), si bien su capitalización (14.334 millones) es la décima más alta entre las grandes multinacionales españolas, cerca ya de Caixabank (14.414 millones) y Amadeus (14.986 millones).
Su salida a Bolsa fue la mayor realizada en Europa desde 2011 y en España desde 2007, además de la quinta del mundo en 2015. Su tope, de 110,1 euros por acción, lo alcanzó el pasado 17 de diciembre. Y comparada con sus homólogas, es la gestora aeroportuaria con mayor cotización por encima de la francesa AdP (10.300 millones) y la alemana Fraport (5.600 millones).
Su buena marcha bursátil ha estado respaldada por el saneamiento de la empresa en los últimos cuatro años, con un ahorro de 300 millones en gastos recurrentes. Sus resultados de 2015 se conocerán el día 23, aunque previsiblemente obtendrá una ganancia neta superior a los 700 millones y mejorará en casi un 50% las cuentas de 2014.
La parte más positiva de las cuentas, no obstante, es que volverá a reducir su deuda financiera (en torno a un 10%) para dejarla por debajo la frontera de los 9.500 millones.
En AENA, no obstante, lamentan que el retraso acumulado en la formación de un nuevo Gobierno estable está perjudicando sus planes de expansión internacional (adquisición de varios aeropuertos), con vistas sobre todo a Latinoamérica. Su tráfico, eso sí, no parece haberse resentido por ello.
En enero, sus aeropuertos elevaron un 12,3% los pasajeros recibidos (12,9 millones), con el aeropuerto de Madrid-Barajas consolidando su liderazgo dentro de la red (3,5 millones, más de una cuarta parte del total). Y_eso respecto a 2015, el segundo mejor año de su historia con 207 millones de viajeros (6% más sobre el ejercicio anterior).
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