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Astur Leonesa dice que Cerredo puede cerrar si Endesa no compra su carbón

La compañía minera advierte de que se perderán «400 puestos de trabajo directos y más del doble indirectos»

O. VILLA / A. CUBILLAS

Miércoles, 13 de julio 2016, 04:51

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La compañía minera Astur Leonesa emitió ayer un comunicado en el que advierte de que la explotación minera de Cerredo, en Degaña «está atravesando las horas más complicadas de su existencia». Lo atribuye la empresa minera privada a que «la negativa de las compañías eléctricas del país a comprar carbón de procedencia nacional está provocando una paralización en la actividad minera que, en el caso de Astur Leonesa, va a generar la pérdida de unos 400 puestos de trabajo directos y más del doble de indirectos».

Astur Leonesa concentra en Endesa sus críticas, al subrayar que «los esfuerzos realizados por la empresa y sus trabajadores con la aplicación de expedientes temporales de regulación de empleo no dan sus frutos ante la negativa de la compra de carbón por parte de la central térmica de Compostilla, perteneciente a Endesa».

Es más, Astur Leonesa pone énfasis en que ha ofrecido a Endesa «carbón nacional a precio de carbón internacional», pero que esto «no ha dado sus frutos, y en Compostilla sigue entrando carbón de importación en grandes cantidades durante los días que llevamos de julio, sin que por el momento hayan comprado ni una tonelada de carbón nacional para este mes».

Fuentes cercanas a Endesa matizaron ayer que la empresa no está comprando mineral, ni nacional ni de importación, porque en Compostilla hay «mucho carbón almacenado» y, además, la demanda de suministro eléctrico se ha reducido».

En anteriores ocasiones, las empresas de generación eléctrica ya han argumentado, adicionalmente, que el carbón de procedencia nacional es de inferior calidad, genera más cenizas y aporta menos termias que el de importación, de forma que en igualdad de condiciones de precio (incluidas las subvenciones al consumo de carbón nacional), no extraña que las empresas se decidan por el mineral de importación. Con todo, ante esta situación, la empresa declara que «no puede continuar la explotación del yacimiento y en los próximos días, si la situación no se revierte parará la actividad, con las consecuencias y repercusiones en sus trabajadores y en la economía de la zona».

Las críticas no van solo dirigidas a las empresas de generación, sino que Astur Leonesa hace notar que «pese a las peticiones de ayuda a los políticos y los intentos de que actuaran sobre el grave problema que se cierne sobre la comarca, nadie ha asumido ninguna responsabilidad».

Impagos en la Vasco Leonesa

Por otra parte, en el seno de la Hullera Vasco Leonesa la situación se agrava cada día para los trabajadores que se mantienen al frente de los servicios mínimos, que acumulan ya un total de trece nóminas sin cobrar después de que ayer no se haya hecho efectivo el pago de la nómina de junio y la extra de verano.

Esto, a pesar de que la administración concursal se comprometió en la última reunión con el comité de empresa al pago de dos nóminas en el plazo de una semana. Sin embargo, cuando ya se han complicado más de diez días, los 70 trabajadores en servicios mínimos siguen sin ver un solo un euro. Concretamente, la empresa adeuda ocho nóminas -agosto, septiembre, octubre, noviembre, marzo, abril, mayo y junio- y cinco extras a los trabajadores de los servicios mínimos, que se decretaron en mayo del 2015 con la entrada del primero de los tres ERE temporales que ha encadenado la empresa. Según fuentes sindicales, el juez ya ha autorizado a los administradores concursales la disposición del dinero para hacer frente a la deuda con su plantilla, sin embargo, aún se mantiene abierto el periodo de alegaciones que impide ese pago.

Una nueva «puntilla» para este grupo de trabajadores que la última vez que recibieron un pago de la empresa fue la nómina de febrero a mediados de marzo pasado.

Estos mineros afirman que se encuentran en una situación «límite e insostenible». Los trabajadores afectados, inicialmente, no se verán afectados por el ERE de extinción que entrará en vigor el 31 de julio próximo, y aseguran que temen que los impagos se puedan prolongar en el tiempo. De ahí que insten a la administración concursal a mitigar esta crítica situación y a abonar parte de las trece pagas que les adeudan.

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