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Las antiguas baterías de cok de Gijón.
La asturiana Imasa colaborará con Paul Wurth en el proyecto de las baterías de cok de Gijón

La asturiana Imasa colaborará con Paul Wurth en el proyecto de las baterías de cok de Gijón

El coste de la parte adjudicada a la empresa luxemburguesa es de 40 millones, de los más de 130 a los que ascendería el total de la obra, según los sindicatos

AIDA COLLADO

Sábado, 16 de julio 2016, 05:03

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La empresa asturiana Imasa colaborará con la ingeniería Paul Wurth, que será la que lidere tecnológicamente el proyecto de las nuevas baterías de cok de ArcelorMittal en Gijón. Las labores de la empresa luxemburguesa consistirán en el desarrollo de la ingeniería básica y de detalle, supervisión del montaje y puesta en macha, así como suministro del refractario para las baterías y nuevos equipos clave para las instalaciones de lavado de gas. El coste de todo ello, según cifra CC OO en un comunicado, «es de 40 millones, un 30% del total de la obra» que, según esta estimación, podría superar los 130 millones de euros.

Las obras, aún pendientes del estudio de impacto ambiental -que ya fue presentado hace un mes por la multinacional-, comenzarán previsiblemente antes de que finalice el año. Una vez se desarrolle el proyecto, apunta Arcelor, «las baterías dispondrán de las mejores técnicas medioambientales disponibles para la fabricación de cok», Entre ellas, un sistema de captación y filtrado de humo y polvo procedente del deshornado, un nuevo sistema de lavado del gas y una nueva planta biológica para el tratamiento de aguas residuales.

Con una producción prevista de 1,1 millones de toneladas al año, las dos baterías de Gijón, con 45 hornos cada una, «serán capaces de atender las necesidades de cok de los hornos altos de la planta», dicen desde la compañía. El plazo de ejecución del proyecto es de 30 meses para obtener el primer deshornado de la batería número 1 y de 36 meses para la batería número 2. De este modo, si todo va según lo planeado, las instalaciones alcanzarán su plena capacidad a finales de 2019.

Por otra parte, señala CC OO en su comunicado, «no se descarta ninguna opción sobre las baterías de Avilés», aunque, reconocen, «no hay ninguna inversión prevista para sus instalaciones». Los representantes de los trabajadores, no obstante, valoraron el anuncio que Arcelor oficializó ayer. «El futuro de nuestra fábrica pasa por una adecuada política de inversiones que, junto con medidas de contratación y rejuvenecimiento de la plantilla, son la mejor garantía de futuro» para las plantas asturianas. Se posicionaron así en contra de la «precarización de las condiciones laborales y salariales que, como desgraciadamente nos muestran ejemplos cercanos, son injustas e ineficaces, abocando a cierres y a la desaparición del tejido industrial».

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