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La planta que ArcelorMittal tiene en Gijón, con las baterías de cok situadas entre las dos chimeneas.
Arcelor inicia el desmantelamiento de las viejas baterías de cok de Gijón

Arcelor inicia el desmantelamiento de las viejas baterías de cok de Gijón

Una docena de operarios de la empresa vasca Afesa Medio Ambiente está desmontando las cajas de carga y los marcos de los hornos

Noelia A. Erausquin

Martes, 10 de enero 2017, 03:46

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Arcelor tiene prisa por ponerse manos a la obra en las baterías de cok de Gijón. Tanto es así, que antes de tener la licencia de reconstrucción de la nueva instalación, va a proceder al derribo de la mayor parte de los viejos hornos, para ello está a la espera de la licencia de demolición que le tiene que dar el Ayuntamiento de Gijón, un documento que ya está listo en el Consistorio y cuya entrega se ha demorado por los días festivos de la última semana. Sin embargo, como los plazos son los que son y el tiempo corre, ya hay una docena de operarios trabajando en el desmantelamiento de las baterías, en concreto están desmontando las cajas de carga y los marcos de los hornos, trabajos previos a la demolición propiamente dicha.

La compañía vasca Afesa Medio Ambiente, especializada en tareas de gestión de residuos, tratamiento de suelos, atención de emergencias y demoliciones, ha sido la adjudicataria de este proceso, tanto de estas tareas previas como del derribo. Esta compañía cuenta con una amplia experiencia en el desmontaje, demolición, achatarramiento y valorización selectiva de instalaciones industriales, proyectos que ejecutan, en la medida de lo posible, sin interrumpir el resto de la actividad productiva de sus clientes.

La docena de trabajadores que ya ejecuta las labores de desmantelamiento de las cajas de carga y de los marcos de los hornos será la encargada de proceder al derribo, una labor que se extenderá durante aproximadamente tres meses, si se cumple el calendario de Arcelor. El objetivo es iniciar a partir de abril la reconstrucción de las baterías, aunque para ello, previamente, tienen que recibir la licencia del Principado.

Los planes de la multinacional se han retrasado porque la Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente exigió a la compañía un estudio de impacto ambiental completo frente al simplificado que había presentado la empresa, que entendía que se trataba de la mejora de unas instalaciones ya existentes -estuvieron activas hasta 2013- y amparadas por la autorización ambiental integrada que tiene para toda la factoría. Sin embargo, estos argumentos no fueron válidos y los nuevos trámites se encuentran ahora en periodo de alegaciones. La multinacional cuenta con tener la aprobación del proyecto a finales de febrero o en marzo, para iniciar las obras en cuanto termine el derribo. Las nuevas instalaciones tienen que estar listas en 2019, cuando cese la actividad en las de Avilés.

La reconstrucción de las baterías de cok supondrá una inversión de entre 130 y 150 millones de euros, una cifra que incluso podría aumentar, y ha sido adjudicada a la ingeniería luxemburguesa Paul Wurth. A falta de que pudiera haber otras subcontrataciones, aunque de carácter menor, la única compañía asturiana involucrada en el proyecto es Imasa, que se encargará de las vigas verticales que sujetarán los nuevos hornos.

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