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El 'pull' bancario exige a Duro una ampliación de capital de 90 millones y reducir costes

La reestructuración de la deuda tiene en cuenta las facturas sin cobrar, de más de 300 millones de euros, que la empresa reclama en Argentina, Australia y Venezuela

OCTAVIO VILLA

Sábado, 18 de febrero 2017, 04:26

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La reestructuración de la deuda del grupo Duro Felguera con los bancos acreedores va avanzando con pasos significativos. Las entidades financieras que integran el 'pull' con el que negocia en primera línea el recientemente fichado José Carlos Cuevas de Miguel, director de Asuntos Corporativos y miembro del comité de dirección de Duro, son seis bancos españoles (Bankia, BBVA, Sabadell, Santander, CaixaBank y Popular) y dos extranjeros.

La deuda, de unos 280 millones de euros, ha llevado a la empresa a apostar por el fichaje de José Carlos Cuevas de Miguel, que antes trabajaba para General Electric, por su extensa experiencia en el campo financiero de grupos industriales. Cuevas de Miguel y las entidades financieras están analizando todas las opciones para sacar adelante la empresa que, no obstante, cuenta con cobrar en un futuro próximo los actuales impagos de los proyectos de Roy Hill (Australia), Vuelta de Obligado (Argentina) y Termocentro (Venezuela), que suman unos 300 millones de euros. La cifra, según Duro, es aún mayor, ya que en el caso de Roy Hill mantiene un contencioso con la principal contratista del proyecto minero, la coreana Samsung, en la corte de arbitraje de Singapur, en la que Duro confía en recuperar 140 millones de euros, y otro en los tribunales australianos, en los que reclama 46 millones adicionales.

Además, en Venezuela hay saldos vencidos por valor de 101 millones de euros que el Gobierno de Nicolás Maduro debería abonar por las obras de la central de Termocentro. El Ejecutivo venezolano ha mostrado su disposición a pagar y, además, dichas cantidades son asimilables a deuda soberana. La ingenería asturiana confía en resolver estos problemas a lo largo de 2017 o, a más tardar, en 2018, año en el que vence su deuda financiera. Con todo, una de las opciones pasaría por sindicar los créditos, lo que aumentaría el plazo de vencimiento.

Los bancos están convencidos de la viabilidad de la empresa, pero dentro de las negociaciones exigen una serie de requisitos para paliar el riesgo que asumirían. El principal, según ha podido saber EL COMERCIO de fuentes cercanas a la negociación, es que Duro Felguera afronte una ampliación de capital cifrada en 90 millones de euros, lo que supone, a la cotización con la que se cerró ayer la jornada bursátil, un incremento del capital del 41,05%. Las entidades sugieren a la empresa que sean los propios grupos principales de accionistas quienes afronten la parte más relevante de la ampliación de capital, una opción que, al menos en el caso del principal accionista, el grupo Inversiones Somió, del empresario asturiano Gonzalo Álvarez Arrojo, no parece ser vista como preferencial. Si la ampliación de capital se afrontase e Inversiones Somió no acudiese a la misma, su peso en el accionariado pasaría del actual 24% al entorno del 17%. En todo caso, las posibilidades que plantean las entidades finacieras serán analizadas el próximo miércoles en el seno del consejo de dirección del grupo de ingeniería.

Adelgazar costes

Una de las ocho entidades incluidas en el 'pull' con el que negocia Duro Felguera reclama a la empresa, además, cambios de relevancia en la gestión. Todas las entidades están de acuerdo en la necesidad de «adelgazar» la estructura de costes del grupo de ingeniería. Entre las opciones que Duro Felguera maneja para rebajar su deuda está la venta de su sede madrileña, sita en la calle Vía de los Poblados, por la que pagó en su momento 20 millones de euros y en cuya reforma gastó otros dos millones y medio. Esa venta no sería una opción descabellada, dado que ya se han interesado por ella varios fondos de inversión y socimis, y es un activo bien considerado.

Otras opciones serían jugar con el 10% de autocartera que tiene el grupo, valorado en el entorno de los 17 millones de euros, o negociar la entrada de un nuevo socio en el capital, una alternativa que el grupo siempre ha contemplado.

Al margen de las consideraciones de cariz financiero, Cuevas de Miguel y las entidades bancarias también están analizando otras posibilidades. El reciente fichaje de Duro ha trabajado en los departamentos financieros de grupos como Alstom, Citroën, PSA Peugeot o C&L, en las que ha estado al frente de equipos cuya función era la de optimizar los procesos de las empresas y consolidar su eficiencia de costes y financiera. Por ello, en fuentes cercanas a la negociación se considera seguro que Duro se desprenderá de activos ociosos, como el taller de Barros (Langreo), así como que procederá a un análisis exhaustivo de su estructura de producción y a centrar su estrategia comercial en proyectos en los que el riesgo financiero sea asumible.

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