Las nóminas de febrero de Arcelor reflejarán un aumento del 2%

La dirección de ArcelorMittal en España comunicó ayer en Madrid a los sindicatos que las subidas recogidas en el acuerdo marco y trasladadas al convenio colectivo negociado para las plantas asturianas, aceptado por los trabajadores en referéndum la semana pasada, se aplicarán ya en la nómina de febrero. Se trata de un 0,5% correspondiente a 2016 y un 1% para 2017. A estos aumentos se le añade otro 0,5% en concepto de productividad, unos porcentajes que, aunque no pueden ser sumados como tal, ya que se aplican unos sobre otros, dejarán el incremento salarial en algo más de un 2%.

La subida podría haber sido aún mayor si se hubiera logrado un ebitda -resultado antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones- por tonelada de 50 euros. De él dependía otro alza del 0,5%, que no se consiguió. Aunque el resultado en planos fue muy positivo para las factorías, no sucedió lo mismo con largos, un comportamiento que lastró la cifra final, que solo tenía en cuenta el conjunto. El último trimestre de 2016 fue especialmente negativo para este tipo de productos, muy afectados por la paralización de la obra pública. De hecho, en el caso del tren de carril, cuyos pedidos se destinan, principalmente, a abastecer la demanda nacional, hubo que suprimir de forma temporal varios equipos.

Además, de trasladar a los sindicatos la aplicación de las subidas salariales, también se crearon las comisiones acordadas en el acuerdo marco para realizar el seguimiento de temas en materia de seguridad, igualdad y medio ambiente.

También se abordaron los retrasos que se están produciendo en la recolocación en Asturias de los trabajadores de Zumárraga. De los 85 que aceptaron su traslado al Principado, una treintena ha podido encontrar acomodo en otras plantas, como las de Sagunto o la de Lesaca. Por el momento solo dos empleados de Zumárraga se han incorporado a la factoría de Avilés y otro lo hará en breve a la planta de Gijón.

Paro en chapa

Ya en Asturias, la plantilla del tren de chapa mantuvo ayer un paro de cuatro horas que, según la compañía, no tuvo mayor incidencia. La protesta deriva de la aplicación por parte de Arcelor del plan de productividad, que pretende incorporar automatismos a la vez que reduce la cifra de trabajadores. Los operarios mantuvieron varias asambleas en las que instaron a la empresa a dar marcha atrás a su propuesta, retirar una sanción que creen injustificada a uno de los empleados y abordar mejoras en materia de seguridad y escalafón.

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