Arcelor planea recortar 5.800 empleos en Ilva hasta 2023

Los sindicatos de la compañía siderúrgica Ilva, que actualmente cuenta con una plantilla de 14.200 trabajadores, consideran «inaceptables» los recortes de empleo que pretenden realizar tanto el consorcio liderado por ArcelorMittal como el de Jindal Steel, si finalmente se adjudican la planta de Tarento. El primero, que parte como favorito en la puja, tras ser seleccionado por el comité de seguimiento que evaluó ambas candidaturas, planea dejar la plantilla en 9.400 en 2018 y en 8.400 en 2023, con un recorte máximo de 5.800 empleos hasta 2023, año en el que debe estar completado el plan ambiental.

Mayor es el recorte inicial que proyecta la opción de Acciaitalia, liderada por Jindal, que planea dejar la plantilla en 7.800 trabajadores en el año 2018 y en 9.800 en el año 2023, con un recorte máximo de 6.400 empleos.

Ambos plantes laborales fueron presentados a los sindicatos durante la reunión que mantuvieron ayer con el ministro de Desarrollo, Carlo Calenda. «No permitiremos reducciones de personal ni en la planta de Tarento ni en otras instalaciones», dijo el secretario general de Uilm (Unión Italiana de Trabajadores del Metal) Rocco Palombella. Los sindicatos de Ilva volverán a reunirse con el ministro el próximo jueves, pero ya han adelantado que no descartan movilizaciones para defender el empleo en Tarento.

Las organizaciones sindicales también pudieron conocer los planes industriales de ambas ofertas. Am Investco, el consorcio formado por ArcelorMittal y Marcegaglia, tiene intención de producir 9,5 millones anuales de productos acabados. Eso supone un llamativo incremento de la producción actual, situada en unos 5,8 millones de toneladas anuales (se prevé que ya sean seis en 2018). Además, ArcelorMittal proyecta invertir 2.300 millones si la operación recibe la luz verde definitiva. De esa cuantía, 1.100 irían destinados a salvar la complicada situación ambiental que atraviesa el grupo. Otros 1.200 estarían dirigidos a inversiones industriales, que incluyen la remodelación del quinto horno alto y el cubrimiento del parque de carbones. También se ha comprometidoa crear un nuevo centro de I+D por diez millones.

Por su parte, Jindal Steel está dipuesto a pagar 1.200 millones por la italiana y a invertir otros 3.000 millones en planes ambientales e industriales, que incluyen la opción de hornos eléctricos.