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NOELIA A. ERAUSQUIN
GIJÓN.
Sábado, 16 de junio 2018, 03:47
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La inundación ocasionada por las fuertes lluvias y el desbordamiento del arroyo Las Llongas en la acería de Avilés provocará en la producción de la instalación un importante daño, pero menor del que se calculó en un principio. La multinacional contaba aún hasta el jueves con arrancar la máquina de colada continua número 2 el próximo miércoles, pero ayer cambió de planes y acorta los plazos. Según su nueva previsión, será el lunes, justo una semana después de las inundaciones, cuando se retomará la actividad en la acería con la puesta en marcha de esta maquina y, si todo va bien, el miércoles empezará a funcionar la '1'. De este modo, todas las instalaciones de la LD-III recuperarán la actividad la próxima semana, aunque no lo harán a plena capacidad, ya que el arranque será gradual para verificar posibles daños.
Además, el lunes también se procederá a poner en marcha la escarpadora, la máquina que permite quitar irregularidades a los desbastes que luego se envían al tren de chapa gruesa. En este caso, aunque la previsión era hacerlo incluso el domingo, se ha decidido que retome la actividad con el inicio de la semana.
Hasta entonces, la multinacional trabajará con la ingeniería SMS, encargada de las modificaciones de la máquina de colada continua, para permitir recuperar la producción. Si todo va bien, también se volverá a la normalidad en las baterías de cok y los hornos altos, que tuvieron que reducir su actividad al no necesitarse arrabio en la LD-III
Para lo que aún esperará es para cuantificar los daños, ya que antes quiere retomar la actividad y comprobar si las dos máquinas, sus convertidores y el resto de la maquinaria funciona correctamente.
El hecho de que Arcelor haya podido acortar los plazos para volver a producir despeja las dudas sobre una posible aplicación del Expediente de Regulación de Empleo, activo en las factorías españolas de todo el grupo hasta el 31 de diciembre. Durante estos días los trabajadores de la instalación, unos 550, han tenido que recurrir a los llamados 'saldos', jornadas que tenían pendientes de formación, vacaciones, reconocimientos médicos o descansos, pero no han sido regulados.
Además, la compañía ya trabaja para evitar que la factoría pueda volver a anegarse como sucedió la madrugada del lunes. Las intensas lluvias y el desbordamiento del arroyo Las Llongas provocó una inundación en los sótanos y en los fosos donde se carga el arrabio -todo lo que estaba por debajo de cota cero- con acumulaciones de agua de hasta 15 metros de altura. Tal era la cantidad de agua, que fueron necesarios dos días para achicarla y lograr sacar los motores, los grupos hidráulicos y la instrumentación que quedaron bajo el agua, para poder después secarla, estimar los daños y reparar las máquinas que pudieran salvarse.
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