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La gran industria asturiana se lleva un fuerte varapalo en la subasta eléctrica más reducida

La gran industria asturiana se lleva un fuerte varapalo en la subasta eléctrica más reducida

En total, el sector recibirá 101 millones de euros por la interrumpibilidad, menos de la mitad de los adjudicados para los seis meses anteriores

LAURA CASTRO

GIJÓN.

Viernes, 14 de diciembre 2018, 01:38

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La gran industria de Asturias se ha llevado esta semana un nuevo golpe. Y de los fuertes. La subasta de interrumpibilidad, el mecanismo que compensa a las electrointensivas por interrumpir su consumo eléctrico cuando el sistema lo necesite, ha sido, cuanto menos, negativo para ArcelorMittal, Asturiana de Zinc y Alcoa. Se saldó con un ingreso total de 101,15 millones -el más bajo desde que existe este mecanismo-, lo que supone una caída superior al 50% respecto a la anterior convocatoria celebrada en mayo cuando la compensación para los participantes era de unos 275 millones.

También se redujeron el número de bloques a subastar de 40MW, los más importantes para la gran industria, que pasaron de ser 25 a 21. Aumentaron, en cambio, los de 5MW de 320 a 352. Estos cambios, sumados a los elevados precios de la energía que pagan estas empresas y que superan en un 30% a los de otros países como Francia o Alemania y a la desaparición de las subastas anuales -ahora tienen una viabilidad de seis meses-, desataron una competencia mucho más dura que la de otros años y que hizo que los precios cayeran a mínimos históricos. Así las cosas, el precio medio de asignación fue de 105.429 euros por MW y año para los bloques de 40 MW y de 64.624 euros para los de 5 MW. Las cifras quedan muy lejos de las registradas en la primera subasta que se celebró en 2014. Entonces, existían los bloques de 90 MW -que fueron sustituidos en la convocatoria de mayo de este año por los de 40MW- y por ellos, los pujadores podían llegar a recibir hasta 26 millones de euros. Ahora, por cada bloque de 40 MW perciben poco más de 105.000 euros.

Ante este panorama el resultado obtenido por la gran industria asturiana, tal y como ya preveían las propias empresas, los sindicatos y hasta el Principado, fue un varapalo. Ahora no solo deberán competir con el resto del mercado con una de las tarifas eléctricas más elevadas de Europa, sino que tampoco contarán con ese extra de oxígeno en el balance final del año que sí les dieron anteriores subastas. De todas ellas, Alcoa ha sido la más perjudicada y es la que más aporta al sistema de interrumpibilidad, pues solo en lo que va de año tuvo que cortar su consumo en 26 ocasiones -8 de ellas en la factoría de Avilés- frente a las trece desconexiones de ArcelorMittal.

La multinacional del aluminio, que anunció en octubre el cierre de las plantas de Avilés y La Coruña, obtuvo en esta última subasta 28,4 millones de euros por los bonos de interrumpibilidad, mientras que en la anterior de mayo llegó a adjudicarse 47,7 millones, un 40% menos. Mantiene, no obstante, 115 MW para la planta de Avilés -cinco más que para la de La Coruña-, la misma cantidad que en años anteriores, repartidos en dos bloques de 40 MW y otros siete de 5 MW.

La multinacional aluminera, que ya había lamentado con anterioridad al inicio de la subasta la reducción de los bloques de 40 MW, volvió a expresar ayer su malestar con el resultado de esta última convocatoria. «Sacamos los mismos MW, pero a un precio muy inferior al de las anteriores», explicaron fuentes de Alcoa. «Debemos analizar el resultado y el impacto que tendrá esto en nuestras operaciones», apuntaron, aunque adelantaron ya que «la importante rebaja daña aún más la competitividad de la industria de aluminio primario».

Asimismo, estas mismas fuentes confirmaron que Alcoa «ha intentado sacar el máximo valor posible para todas sus plantas con independencia del proceso en curso» para el cierre de las de Avilés y La Coruña, que «además del elevado coste energético, tienen otros problemas estructurales».

La subasta también ha dado de lleno a las otras dos grandes electrointensivas de la región. Asturiana de Zinc, que obtuvo 4 de los bloques de 40 MW, y ArcelorMittal, otros tres, evitaron hacer declaraciones ayer, aunque sí trasladaron su enfado al Gobierno del Principado a principios de semana. Los directivos de ambas compañías pusieron de manifiesto su profundo malestar por la convocatoria de Red Eléctrica, depediente del ministerio de Transición Ecológica que dirige Teresa Ribera. La ministra se ha convertido en el foco de las críticas de sindicatos, pero también de Gobierno. Algunas llegan, incluso, desde su propio partido que hablan abiertamente de «irresponsabilidad mayúscula» de Ribera.

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