Asturias recaudó 16,7 millones en 2013 por el impuesto de patrimonio, un 8,29% menos

El Principado recaudó en 2013 un 8,29% menos por el impuesto de patrimonio que el año anterior. Concretamente, según consta en la estadística publicada por la Agencia Tributaria esta semana, las arcas regionales ingresaron en 2013 por este canon 16,7 millones de euros, frente a los 18,1 millones que los residentes obligados a pagar este tributo abonaron en 2012.

Se trata de apenas el 1,8% de la recaudación del conjunto de España por este impuesto, que ascendió en 2013 a los 929,6 millones, siendo los residentes fiscales de Cataluña los que aportaron prácticamente la mitad, 421,3 millones. Tras Cataluña figuran Valencia, con 111,9 millones, y Andalucía, con 83,2 millones, como las regiones con mayores ingresos por este canon que, con carácter general, se aplica sobre fortunas que superen los 700.000 euros y teniendo en cuenta además que la vivienda habitual está exenta hasta un límite de 300.000 euros.

La comunidad de Madrid, en el otro lado de la balanza, no ingresó ni un sólo euro por este concepto pese a que en esta provincia residen 16.153 contribuyentes con un patrimonio superior al fijado como mínimo. La explicación es que el Gobierno madrileño renunció a esta recaudación y, para ello, aplica una bonificación del 100% sobre el impuesto lo que, en la práctica, hace que éste no exista en esta región.

Aunque las retribuciones por este tributo descendieron en 2013, y previsiblemente también lo hagan en las declaraciones a la Agencia Tributaria del ejercicio 2014, que se han elaborado este año, lo cierto es que el número de contribuyentes adinerados se ha visto incrementado en 2013 en el Principado con respecto al año anterior en 96 asturianos, hasta los 3.793 declarantes. El incremento del valor catastral de sus bienes inmuebles, el aumento del valor de sus fondos de inversión y de sus acciones, o su mayor capacidad de ahorro, podrían explicar este ligero aumento de nuevos 'ricos' que, sin embargo, no supone un plus para las arcas de la administración del Principado.

La explicación aportada por Miguel de la Fuente, presidente del Colegio de Economistas de Asturias, está en que se trata de un impuesto que se aplica progresivamente en función de la base liquidable de los declarantes y que estos nuevos contribuyentes con altos patrimonios podrían tener bases liquidables bajas y, por lo tanto, con un efecto recaudatorio mucho menor que el de las grandes fortunas que ya existían en el Principado. Fortunas que, por la misma volatilidad del mercado, podrían haber sufrido pérdidas.

De este modo, los 3.739 asturianos con rentas altas contabilizados en 2013 declararon un patrimonio total de 8.203 millones, lo que supone una media por contribuyente de 2,1 millones de euros; frente a los 3.643 individuos que declararon bienes por valor de más de 700.000 euros en 2012, y que sumaban un patrimonio de 8.323 millones -ligeramente mayor al contabilizado en 2013-, con una media por individuo de 2,3 millones -también mayor-.