Borrar
Un tren de mercancías de Feve, cargado de carbón, en la central térmica de Soto de Ribera.
El mercado del carbón, sin regulación

El mercado del carbón, sin regulación

El decreto que garantizaba la quema del mineral deja de aplicarse sin que se haya habilitado la nueva norma

DIANA DE MIGUEL

Viernes, 2 de enero 2015, 00:11

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

2015 ha comenzado sin regulación para el mercado del carbón nacional y, por ende, para la energía térmica. Tras las doce campanadas de la madrugada del jueves, el real decreto de restricciones por garantía de suministro para la quema del carbón nacional ha dejado de aplicarse sin que todavía se sepa nada de la norma que lo va a sustituir, más allá de que, según el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, estará en vigor durante el primer trimestre del año.

El objetivo último es garantizar que, tal y como figura en el Plan del Carbón 2013-2018, al menos el 7,5% de la electricidad del país se produzca con mineral autóctono. Sin embargo, hasta que el nuevo mecanismo esté en vigor, el mercado de la compra-venta de carbón y de la energía térmica se liberaliza. Es decir, que la producción térmica con carbón competirá a partir de ahora como cualquier otra tecnología en el mercado mayorista y las grandes eléctricas no estarán obligadas a adquirir obligatoriamente mineral autóctono, lo necesiten o no sus centrales. Una situación que, no obstante, no afecta a EdP que mantiene un acuerdo con Hunosa para adquirir toda la producción que pone anualmente en el mercado, a excepción de una pequeña cantidad que la empresa pública quema en su central de La Pereda.

Lo que el Ministerio de Industria pretende es, por un lado, establecer, a través del operador del sistema -Red Eléctrica de España-, un mecanismo para mantener un hueco térmico suficiente para el carbón que no suponga ningún coste adicional para el sistema. Hay que tener en cuenta que este mineral es el único combustible autóctono capaz de contribuir a la seguridad de suministro en casos excepcionales. Y, por el otro, que vea la luz un nuevo mecanismo legal que incentive el funcionamiento de las centrales que utilizan el carbón autóctono.

Según los sindicatos, podría tratarse de «pagos por capacidad específicos para la desnitrificación, condicionados a que existan contratos de las empresas eléctricas con las mineras». En la práctica, esto querría decir que el Estado concedería ayudas a las térmicas para adaptar sus instalaciones a la nueva normativa ambiental de la Unión Europea. EdP ya anunció a principios de noviembre una inversión de más de 100 millones de euros para alargar la vida de sus centrales térmicas en Asturias hasta 2025 con la construcción de dos plantas de desnitrificación.

Empresarios y sindicatos coinciden en que el ministerio está extremando al máxima las precauciones a la hora de diseñar un nuevo mecanismo que debe contar con el visto bueno de Bruselas. No hay que olvidar que el real decreto llegó a ser recurrido en el Tribunal de Luxemburgo.

El pago por capacidad es el mismo instrumento que regula en la actualidad las centrales de ciclo combinado para incentivar la disponibilidad de generación de cara a cubrir la demanda en horas punta del sistema a precios razonables. De esta forma, quemar carbón sería entendido como un consumo estratégico.

Nadal instó a las empresas mineras a hacer un esfuerzo para igualar costes a los del carbón de importación. Considera Industria que el futuro pasa por las explotaciones a cielo abierto. Y, de hecho, las minas a cielo abierto ya extraen en España más carbón que las de interior pese a contar con menos trabajadores y recibir hasta cuatro veces menos de ayudas públicas.

Menos producción

El real decreto del carbón no ha alcanzado los parámetros de producción de carbón y generación de energía que establecían las resoluciones anuales del Ministerio de Industria. Fuentes del sector lo sitúan en el entorno del 75%. El mecanismo vio la luz durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, en un momento en el que la crisis económica había provocado una importante caída de la demanda eléctrica que impedía la quema de mineral autóctono porque otras fuentes energéticas, sobre todo, las renovables, tenían preferencia en el sistema. Tras una dura batalla con la Comisión Europea, la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia y la propia Red Eléctrica, lograba en 2010 sacar adelante un real decreto que garantizaba la combustión de mineral nacional en 10 centrales, entre ellas las asturianas de Soto de Ribera y Narcea.

Con esta reforma, transitoria y con fecha de caducidad (31 de diciembre de 2014), se ponía en marcha un procedimiento que permitía, una vez casado el mercado diario y bajo algunos supuestos, retirar la producción de energía correspondiente a determinadas unidades para sustituirla por la producción de centrales que utilizan carbón autóctono como combustible.

De esta forma, el mineral nacional pudo incrementar notablemente su presencia en el mercado eléctrico con la justificación de ser un valor estratégico para el sistema eléctrico, con una fuerte dependencia exterior. Y, así, a través de órdenes ministeriales anuales, el real decreto fue estableciendo las cantidades de carbón, el volumen máximo de producción y los precios de retribución de la energía a aplicar en el proceso de resolución de restricciones.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios