El Principado advierte al Gobierno: «Asturias no puede permitirse otra reconversión industrial»

El foro invitaba a esta reflexión. Junto a representantes sindicales, políticos y empresariales, Enrique Fernández participaba la mesa 'Principales lecciones aprendidas para la reconversión de las comarcas del carbón'. Allí hizo un repaso por la historia reciente de la región, advirtiendo de las dificultades a las que se ha enfrentado en las últimas décadas. Todo para llegar a una conclusión que su Gobierno viene repitiendo de forma constante en los últimos meses: «Necesitamos que el proceso de transición ecológica se haga de manera justa».

La advertencia que lanzó ayer el consejero de Industria afila la postura del Gobierno asturiano en torno a esta cuestión. Ya el pasado martes, en este mismo foro, el vicepresidente del Principado y consejero de Infraestructuras, Juan Cofiño, advirtió de que la descarbonización en Asturias está siendo «más rápida» que en el resto de España, lo que conlleva un claro riesgo para el empleo y obliga a la región a dar una respuesta más «rápida y audaz» que la de otros territorios. Ayer, mientras Enrique Fernández comparecía en Madrid, abundó en su mensaje y afirmó que el Ejecutivo regional no esta dispuesto a a aceptar que Asturias se convierta en «territorio perdedor» en el proceso de transición ecológica.

Sobre el precepto de transición justa giró durante toda la mañana de ayer un simposio más amplio que abrieron la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, con una idea que se repitió de forma constante, «nadie puede quedarse atrás en el proceso de transición».

Entre llamamientos al compromiso de gobiernos e industrias con los objetivos de reducción de emisiones, anuncios de los «millones de empleos» que creará la nueva «economía verde» en las próximas décadas, reflexiones sobre cómo en los últimos quince años ha cambiado la percepción de la transición ecológica identificándose más como un campo de oportunidades económicas que como un recorte de las actividades tradicionales, transcurrió un encuentro que dejó algunos mensajes con un sentido diferente. Uno de ellos lo lanzó Magdalena Valerio. «La transición ecológica tendrá un impacto negativo sobre el empleo en el corto plazo».

El cierre de instalaciones como las centrales térmicas y el fin de la minería del carbón son dos de los sectores afectados por este primer recorte en la actividad productiva contaminante. Los convenios de transición y los acuerdos alcanzados con el sector minero deben ser las herramientas con las que paliar esta pérdida de trabajos, pero es necesario que se apliquen con agilidad. El ministerio de Transición Ecológica cuenta ya con un cronograma en el que se especifica que estos convenios con los que se prevé llevar actividad productiva a las zonas más castigadas por la transición ecológica estén firmados en el primer semestre del año. Hasta el momento está definido el primero que afectará al suroccidente de Asturias y que incluye la restauración de zonas degradadas a causa de la actividad minera. Los que aún están pendientes son los que se aplicarán en la zona central de Asturias, entendida de manera amplia, y señalada como la segunda zona de afección de estos acuerdos de reactivación.