La plantilla de Tenneco abandona las guardias tras «garantizar el futuro de la planta en Gijón»

Tras nueve meses de guardias en la factoría gijonesa de Tenneco, la plantilla abandonó ayer el encierro continuado, después de que el comité de empresa y la dirección de la multinacional firmasen el acuerdo marco que fija las pautas que se seguirán para la reapertura de la planta, en el plazo aproximado de tres semanas. La última reunión, de nuevo en la sede del Idepa, en Llanera, contó con la presencia del consejero de Economía y Empleo, Graciano Torre, y con él como testigo la parte social y la empresarial suscribieron que el «objetivo compartido de ambas partes negociadoras es de hacer de la planta de Gijón una fábrica viable», según precisó Tenneco.

En la asamblea que posteriormente celebró la plantilla en la fábrica, Isaac Pérez, de la CSI, precisó que «en esta última reunión corregimos algunos puntos, para tener más seguridad jurídica para los que nos quedamos y los que se van con prejubilación». Entre estos puntos a mejorar se encontraba «que la planta sea viable con o sin Tenneco y garantizar el futuro de la planta en Gijón con ellos o con un tercero». Para ello, la empresa transmitió a los trabajadores su intención de «trabajar para tener las licencias necesarias para poder asumir el compromiso de tener una producción de entre el 25% y el 30% de equipo original». Esto obliga a Tenneco «a buscar clientes, y se han comprometido a ello», aseguró el comité a la asamblea, pero a la vez «esto nos obliga a ser los más competitivos entre todas las fábricas de Tenneco».

Reiteradas fueron las apelaciones a la responsabilidad de la plantilla durante la asamblea. Responsabilidad hacia la empresa, una vez firmado el acuerdo, pero también responsabilidad a nivel interno. En la reunión de los trabajadores traslucieron algunos lógicos roces que a lo largo de un conflicto colectivo de la duración del de Tenneco es normal que se produzcan, pero lo que quedó acordado fue «que mantengamos la unidad de acción, porque en breve nos enfrentaremos a la negociación del convenio colectivo y Tenneco, que quería cerrar esta fábrica, va a querer cobrarse esta pieza. Y lo primero será meter la tijera en el convenio».

La continuidad de la factoría, con todo, no queda tan claramente garantizada a largo plazo. La propia empresa indica que «este acuerdo crea un marco formal para la reapertura de la planta, que Tenneco continuará dirigiendo hasta que tenga lugar la transferencia completa de la fábrica en un plazo aproximado de dos años». Lo que pase después queda dentro del terreno de la ambigüedad.

Es más, por parte de la empresa sólo trascendieron ayer agradecimientos. A Graciano Torre, Ángel Colunga y Antonio González por «su profunda implicación», según un comunicado del vicepresidente mundial de Tenneco, Hari Nair. Al comité de empresa, con el que espera «trabajar en la reapertura de la fábrica», y al vicepresidente de la Comisión Europea y comisario europeo de Industria, «Antonio Tajani; el director general de Industria y Empresa, Daniel Calleja, y al jefe de gabinete de Tajani, Diego Canga».

Por su parte, Graciano Torre anotó que «comienza una nueva etapa de trabajo intensivo para que la planta se ponga en marcha, vuelvaa a generar actividad económica y mantenga el empleo acordado».

El proceso de reapertura

Esta mañana comenzará el proceso de reapertura, con la reunión que el director de la planta, Agustín Arrieta, mantendrá en la propia factoría con la plantilla para iniciar los procesos de puesta en marcha. Ayer transmitió al comité que llamará a 15 ó 20 trabajadores para que participen en este proceso. Al resto les pide que se tomen sus vacaciones principales durante julio, para «mantener posteriormente la continuidad de la actividad».

Parte de la puesta en marcha consistirá en la retirada, por parte de Tenneco, de la maquinaria para la que se acordó su traslado. Este proceso será revisado con mil ojos por los representantes de los trabajadores, pues en el acuerdo firmado ayer no llegó a cerrarse de forma completa el inventario y «todavía negociaremos cosas que para ellos no son imprescindibles y para nosotros sí», indicó Isaac Pérez.

Por otra parte, ayer se concretó que los trabajadores que pasarán a ser indefinidos a la finalización de sus contratos temporales son 25, lo que suscitó un cerrado aplauso de una asamblea eufórica, pero en ningún caso excesivamente confiada.

La plantilla celebrará lo que considera una victoria parcial, al mantener 129 empleos, con una espicha abierta el próximo 28 de junio.