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El Principado rechaza disolver el coto minero de Cerredo

La resolución supone que la única vía a corto plazo para la reapertura de la explotación a cielo abierto es un acuerdo entre CMC y Uminsa

LIDIA ÁLVAREZ

Sábado, 25 de octubre 2014, 00:20

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La puesta en marcha del cielo abierto de la mina de Cerredo (Degaña) sigue sin solución inmediata después de que el Principado rechazase ayer tramitar la solicitud para disolver el coto minero Cerredo, integrado por las empresas Coto Minero Cantábrico (CMC) y Uminsa. El coto se creó en el año 2009, momento en que ambas pertenecían al empresario Victorino Alonso. Sin embargo, la situación de CMC -en proceso de liquidación y pendiente de adjudicación- y la imposibilidad de llegar a un acuerdo sobre los derechos de explotación del yacimiento, llevó a los administradores concursales de CMC a cursar la petición de disolución en agosto de este año.

La Consejería de Economía inició entonces un expediente que ahora da por concluido determinando «que la solicitud presentada por CMC no se sustenta en ninguno de los motivos que pudieran dar lugar a una revisión de oficio de la resolución por la que se autorizó la constitución voluntaria del coto».

No mantienen la misma opinión desde el comité de empresa de CMC. Omar García, representante de los trabajadores, señaló ayer que «la base fundamental del coto ha cambiado», al incluir ahora a dos empresas que ya no pertenecen al mismo grupo empresarial. Desde el comité entendían que si en su momento fue autorizado por el Principado por vía administrativa, «también su disolución podría ser por la misma vía». Sin embargo, puntualiza, la resolución del gobierno regional «ya no es que no lo disuelve, es que no ha admitido a trámite la solicitud para la disolución e insta a llegar a un acuerdo entre las dos empresas o a buscar una resolución judicial».

Esas parecen las únicas vías para la reapertura del cielo abierto, paralizado desde hace meses. En la explotación de interior sí que se llegó a un acuerdo, exclusivo para 2014, en el que se decidió qué yacimiento explotaría Uminsa y cuál CMC. En el cielo abierto, la solución es más complicada. García señala que el sistema de explotación es muy diferente «por cuestiones técnicas, de labores y de seguridad» y que mientras en interior está muy definido el yacimiento, «en un cielo abierto, al ser en una corta, técnicamente no se pueden compartir labores entre las dos empresas».

Además, desde el comité de empresa siguen defendiendo que el único plan de labores aprobado por el Principado para la explotación del cielo abierto es el de CMC, que fue el primero que se presentó y para el que «Uminsa no hizo alegaciones en su momento», aunque luego presentó el suyo propio.

Uminsa, dispuesta a acuerdo

Uminsa, por su parte, emitió ayer un comunicado en el que analiza la resolución del Principado. Una resolución dice, que «destaca la incongruencia de la administración concursal de CMC quien, por una parte ha solicitado esta disolución y, por otra, ha suscrito un acuerdo para las labores subterráneas bajo el paraguas del coto». Ese acuerdo, puntualiza, no sería factible «sin el marco del coto, por lo que de disolverse existirían labores de interior que se están llevando a cabo por CMC que no tendrían ningún amparo legal o contractual».

La empresa de Victorino Alonso no se manifestó ayer sobre la posibilidad de un acuerdo pero sí que ha hechos públicos algunos ofrecimientos para tratar de buscar una solución hasta el punto de declarar que «no existe ningún inconveniente para poner en marcha la explotación a cielo abierto con carácter inmediato, salvo la negativa injustificable de CMC, a reconocer los derechos de Uminsa».

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