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Los trabajadores de Rubiera Predisa, el jueves, un día antes de acordar el ERE de extinción.
Rubiera Predisa niega el cierre, pero prescindirá de líneas de producción

Rubiera Predisa niega el cierre, pero prescindirá de líneas de producción

La empresa ha puesto fin a la relación laboral con los 15 trabajadores que permanecían en la plantilla de las instalaciones de Ceares

E. C.

Domingo, 17 de mayo 2015, 01:31

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Rubiera Predisa negó ayer el cierre de sus instalaciones de Las Quintanas, en Ceares, y matizó que «únicamente prescindirá de las líneas de producción no rentables, de acuerdo con su plan de viabilidad». Hizo estas manifestaciones a través de un comunicado y después de haber puesto fin al vínculo laboral con los 15 trabajadores que aún permanecían en la plantilla de la compañía en Gijón.

Dedicada tradicionalmente a la fabricación de estructuras de hormigón y prefabricados, Rubiera Predisa se deshará ahora de «las líneas de producción obsoletas y ancladas en el pasado, sin mercado rentable en la actualidad, de las que la empresa adolecía desde el inicio de la crisis». En este sentido, la dirección asegura que «adaptará en lo que se precise sus instalaciones de Ceares».

El comunicado detalla que se incorporan a la actividad de la empresa «nuevas líneas de negocio, como por ejemplo la transferencia tecnológica a mercados emergentes, basada en el aprovechamiento del 'know how' acumulado por Rubiera en sus más de 65 años en el mercado». Y también hace referencia al proyecto Planteamiento de Colaboración Internacional Rubiera Predisa, «base de trabajo de las actuaciones que la empresa viene realizando desde el pasado 2014 en Ecuador, Argelia y Francia, en esta última, de la mano de Asturex».

Sin embargo y aunque la compañía rechace hablar de cierre, los representantes de los trabajadores mantuvieron ayer, tal y como habían hecho tras la reunión celebrada el viernes en el Servicio Asturiano de Solución Extrajudicial de Conflictos (SASEC), que «lo que nosotros conocemos como Rubiera Predisa desaparece».

En este sentido, el comité insistió en que «se ha despedido a los trabajadores, se ha vendido ya parte de la infraestructura de las instalaciones de Ceares y no hay suministro eléctrico ni hay agua ni fábrica como tal». De hecho, añaden desde la delegación de CC OO, «la única actividad que puede verse a la puerta es la de los camiones llevándose chatarra, tras la venta de activos». Algo que, según reconoce, no ha pillado por sorpresa a los empleados: «Tras años sintiéndonos engañados, sabíamos que estábamos abocados al cierre».

Por su parte, Rubiera Predisa asegura que además de las actuaciones que ya están en marcha «se encuentran en agenda» otras en Perú, Chile, Panamá y Angola. «Esta línea de trabajo que se ha venido desarrollando sí es rentable, tiene futuro y afianza a la empresa. Es algo que muchas empresas asturianas poseen y no son conscientes de ello, firmas con años de experiencia acumulada y que con la crisis han vendido o manteniendo estructuras que para aquí ya no tienen mercado y no funcionan, se van ahogando poco a poco». A estas compañías, Rubiera Predisa -dos días después de comprometerse a pagar a sus trabajadores cantidades que aún les adeuda- les aconseja «poner en valor su experiencia y buen saber hacer y explotar ese negocio». En los mercados emergentes, concluye el comunicado, «hay trabajo y dinero, pero no saben cómo hacer las cosas, no tienen tecnología y valoran enormemente a quien les pueda aportar».

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