«Espíritu constructivo» y alguna mano tendida para aprobar las cuentas de 2017

Las negociaciones del Gobierno regional para llegar a un acuerdo que le permita aprobar los presupuestos para 2017, cuyo proyecto desgrana estos días en la Junta General, están en plena efervescencia. Y en este contexto de tira y afloja, el consejero de Empleo, Industria y Turismo hizo ayer alarde de optimismo. Tras la fijación de posiciones de los representantes de los distintos grupos parlamentarios que le interpelaban, Francisco Blanco cerró su comparecencia sobre las cuentas con un «gracias a todos por este espíritu constructivo que nos augura presupuesto». Toda una declaración de intenciones, a pesar de que sus explicaciones recibieron más críticas que halagos.

Solo Ovidio Zapico y Luis Armando Fernández, diputados de IU y Ciudadanos, respectivamente, le tendieron la mano claramente y expresaron su interés por llegar a un acuerdo que se intentará «hasta el último momento» para garantizar un cambio de política, según el primero, y para eliminar «ineficiencias» y apostar por el futuro, según el segundo. Deseos bajo los que subyacen la crítica y peticiones de reformas sobre aspectos como los planes locales de empleo o los planes de formación.

Los únicos elogios claros, y también previsibles, llegaron de la diputada Margarita Vega, representante del grupo socialista, que destacó el compromiso con el empleo y el desarrollo económico de las cuentas, además de su contenido social. El resto no ahorró reproches. Así, la diputada popular Emma Ramos pidió la redistribución de partidas y la ayuda para crear empleo «no directa», sino a través del apoyo a autónomos y emprendedores, mientras que Lorena Gil (Podemos) criticó un Gobierno «aislado» que da la espalda al Parlamento y que usa «las mismas recetas» que no dan resultado en materia de empleo. Por su parte, María del Carmen Fernández (Foro) criticó la escasa ejecución del presupuesto prorrogado y «la poca transparencia» de un Gobierno al que acusó de apoyar a empresas «amigas».