«En cine no se trata de hacer lo que quieres sino lo que puedes y te dejan hacer»

El público del FICX es el primero en ver tu nueva película, ¿se disfrutan realmente los momentos de estreno?

Prefiero estar detrás y ver las reacciones. Es importante conocer si el público encara las emociones en los momentos que pensabas. No obstante, los seres humanos somos deudores de nuestro estado de ánimo y eso condiciona las sensaciones, que son diferentes.

Te gustaría que ‘La vida lliure’ fuera un alegato sobre la importancia de ser libre y no estar programado. ¿Cómo arranca un proceso creativo para que concluya en ese punto?

Pues surge de un debate interesante durante la presentación de ‘Un día perfecto para volar’ en Menorca. Se nos acercó una persona y nos dijo “¿para cuando una película de Recha en Menorca?”. Pensé que era idóneo porque las islas son lugares que en 2017 nos parecen maravillosos de vacaciones pero son áridos y con mucha miseria, concretamente de la gente que emigró y dejó un poso enorme. En ese punto, recordé el libro que escribió Albert Camus sobre su vida y toda la bibliografía de Josep Plá relacionada con submarinos, el mar y la Primera Guerra Mundial.

A pesar de datarse en 1918 tiene un discurso atemporal

La intención era hacer una película sin complicarla con vestuarios y decorados más propios de una adaptación histórica. Empecé a depurarlo pensando en algo más minimalista y poder rodarlo en 17 días. Ese hecho condicionó toda la historia porque la película va al grano. Es una peli de futuro, de juventud y de la libertad.

Has citado a Camus y Plá pero, ¿tuviste otros referentes?

Por fijarme, incluso podrían sacarse referencias con el personaje de John Silver en ‘La isla del tesoro’ (en referencia al que interpreta Sergi López en la película). Por otra parte, la imagen del personaje de Nuria Prims es de una señora del norte que llega a la isla y representa la esperanza.

También eres un amante de Faulkner…

En esta ocasión no nos atrevimos a ahondar en su mundo porque era meternos en una producción más compleja y de mucho dinero. Creo que en la película los personajes ya están bien esbozados con las pinceladas que tenemos de cada uno de ellos. Hubo tentación de grabar desde el punto de vista del barco de la película pero ya no sería lo mismo.

Aunque ‘La vida lliure’ daría para hacer muchos ‘spin off’, nos quedamos con ganas de saber de dónde vienen y a donde algunos personajes

En cada película que hago me pasa lo mismo. La gente me pide que haga un ‘universo Faulkner’ pero yo prefiero estas cintas más espontáneas que mantienen la frescura y espontaneidad. Y, a partir de ahí, la complicidad.

¿No es tramposo el recurso narrativo final o es una forma de interpelar al espectador?

Todo está en el personaje de Rom (Sergi López) que es manicomial, vive su tragedia. No llegamos a ahondar demasiado en ese sentido pero se intuye que algo le pasa. No hay nada bueno o malo. Es la condición humana.

En tu anterior trabajo, tu hijo era el protagonista. Aquí vuelves a rodar con niños, ¿prefieres su mirada?

Es un trabajo muy complejo pero muy enriquecedor. Es un espejo de aprendizaje mutuo. Ellos te lo muestras y tu te reflejas.

¿Cuánta gente te ha preguntado ya por las impresionantes localizaciones?

Es la Menorca de los que nos gusta la naturaleza. La gente de la isla alucinaba y nos decían “ostras, esta es nuestra Menorca, es nuestra vida”.

¿Solo la gente ‘de fuera’ es capaz de hacer ese retrato’?

Suele pasar. Salvo alguien con esa capacidad de invisibilidad y búsqueda de lo intangible.

¿Es un cliché que definan tu cine como íntimo y personal? ¿Te molestan las etiquetas?

Los seres humanos tendemos a encasillarlo todo, hacemos una cartografía para poder entendernos o expresarnos nosotros mismos. No es un hándicap porque, en todo caso, las películas que uno hace son del espectador.

Aunque en este caso, incluso se hablará de ‘película de aventuras’, ¿no?

Tiene su punto en ese género. Había visto con mi hijo ‘Los aventureros de la noche’ de Fritz Lang, y podría haber hecho esa versión.

Pero…

En cine no se trata de hacer lo que quieres sino lo que puedes y lo que te dejan hacer. A veces es mejor un proyecto que no habías previsto que seis años invertidos en uno difícil para el que no consigues financiación y nunca acabará como lo habías previsto. Y, además, supone una pérdida de autenticidad y de frescura. Es mejor lo pequeño y resolutivos.

Es decir, ‘La vida lliure’ es la película que querías contar

Sí, porque cuando intentas agradar a todo el mundo, desaparece tu mirada.