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La guisandera del restaurante Casa Lula, Maite Alvarez, corta un chosco
Más vida para el chosco

Más vida para el chosco

La IGP Chosco de Tineo ha comenzado a contraetiquetar sus productos para impulsar su comercialización y tratar de abrir nuevos mercados

Miguel Llano

Jueves, 15 de enero 2015, 19:44

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El chosco se conoce pero poco. «Suena de oídas» y, sin embargo, es un producto «con cientos de años de historia».Una historia ligada al suroccidente asturiano y, principalmente, al concejo de Tineo. Una historia en la que las matanzas caseras y los guisos como los potajes suelen incluir este producto de cabecera de lomo y lengua de cerdo.Un producto que desde hace apenas un mes ya tiene contraetiqueta de su propia IGP, con la que pretenden abrir nuevos mercados.

«Es un producto que gusta, con una gran relación calidad precio y que, pese a todo, le cuesta darse a conocer», explica el presidente de la IGP, Agustín Menéndez. En la actualidad, hay en la IGP seis cárnicas que lo producen, pero esta cifra podría ampliarse a dos más.El Chosco de Tineo puede, siguiendo el pliego de normas establecidas, producirse enTineo y en su concejos limítrofes.

Puede comprarse en crudo o bien ya cocido. Actualmente, la mayoría de las ventas corresponden al producto cocido, pero cocerlo es sencillo.Sólo hay que prestar atención para que no se rompa y seguir unas sencillas normas, que explica la guisandera Maite Álvarez, cocinera del restaurante tinetense CasaLula. «El chosco hay que pincharlo bien para evitar que rompa. Hay que cocerlo partiendo de agua tibia o fría y, una vez que lo llevemos a ebullición, hay que bajarle el fuego para que cueza lentamente.Dependiendo del peso, debemos cocerlo durante una hora o una hora y media». Y, si tuviéramos la mala suerte de que se nos rompa, «porque la lengua no ha cogido bien la forma de la carne», justo al terminar de cocer, éste puede envolverse en papel de aluminio o film, apretando para que al enfriar éste se compacte. Eso sí, debemos servirlo en frío.

El chosco se puede comer recién cocido simplemente cortándolo en rodajas más bien gordas, de aproximadamente un centímetro de grosor, junto a unas patatas cocidas, o bien servirlo como acompañamiento del potaje. Esos son sus platos más tradicionales. Pero también, de forma muy sencilla, una vez cocido, se puede meter al horno entero y así dorarlo por fuera, consiguiendo que el centro quede jugoso y suelte la grasa, por ejemplo, sobre una cama de patatas fritas acompañadas de un aceite de pimentón.

Se trata, sea como fuere, de un producto que en elaboraciones sencillas gusta y que permite preparados fáciles, tanto en casa como en el restaurante, si se desea ya cocido. Además, la relación calidad precio y el escandallo es algo muy a tener en cuenta, ya que no hay merma.

Además de las elaboraciones sencillas, el chosco ya tiene acreditada la solvencia en la alta cocina.La trufa de chosco que elaboró el restaurante Blanco, de Cangas del Narcea, se hizo con el Campeonato de Asturias de Pinchos y se llevó nada menos que un tercer puesto en el Campeonato Nacional de Pinchos, que se celebra anualmente enValladolid. «Es un producto muy nuestro, muy de la tierra y que a mí me gusta mucho», explica el cocineroPedro Martino, del restaurante ovetense Naguar y premio Caldereta de DonCalixto de ELCOMERCIO, que ha elaborado en esta ocasión un chosco con castañas asadas y sopa de berza al hinojo.

Otras propuestas han sido el chosco con foie, que ha presentado a la Caldereta de Don Calixto el nuevo cocinero DiegoFernández, del restaurante Regueiro de Tox, junto a Puerto de Vega. También ha optado como Pedro Martino Bruno M.Lombán, del restaurante Quince Nudos, de Ribadesella, por combinar el chosco con las berzas para adecuarlo a la especialidad de su restaurante, que son los arroces, y ofrecer una propuesta de arroz con chosco.Por su parte, Luis Alberto Martínez, de Casa Fermín, ha optado por dar un toque fresco al producto y presentar una receta con sopa de tomate y germinados.

Las opciones son muchas y muy variadas: desde las tapas a los arroces, pasando por las elaboraciones en sopas y combinaciones frescas.Sin olvidar que «puede formar parte de una tabla de embutidos asturianos», como explica el cocinero Luis Alberto Martínez.

Se trata de un producto arraigado en la cultura del suroccidente asturiano y que no puede faltar en ninguna celebración que se haga en Tineo. Ahora busca, ya con su IGP, nuevos horizontes y vidas que, a pesar de la crisis y gracias a su buena relación calidad precio, puede conquistar.

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