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Ferran Adrià con los ocho comensales seleccionados en un concurso sobre la creatividad.
Ferran Adrià vuelve a vestir la chaquetilla de cocinero

Ferran Adrià vuelve a vestir la chaquetilla de cocinero

"Mola más esto que comer en elBulli, porque aquí Ferran ha estado con nosotros, es una lección magistral"

Pilar Salas-efe

Martes, 20 de enero 2015, 03:26

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"Es la primera vez que me visto de cocinero en tres años y medio", comentó Ferran Adrià enfundado en una chaquetilla blanca de cocinero. Lo ha hecho para elaborar ocho creaciones, algunas físicas y otras virtuales, para ocho comensales seleccionados en un concurso sobre la creatividad.

Estas ocho personas, de distintas edades y procedencias, han trabajado más el "paladar mental", ha admitido el propio Adrià, que el bucal, ya que el objetivo real de este encuentro es divulgar en un documental de Paramount Channel el proceso creativo de elBulli, el restaurante que revolucionó la gastronomía mundial y que cerró para transformarse en elBulliFoundation en julio de 2011.

La experiencia, que se ha denominado "Comer conocimiento", se ha desarrollado en la sala que acoge la exposición "Ferran Adrià. Auditando el proceso creativo", organizada por la Fundación Telefónica en Madrid. Una muestra única porque es la primera en explicar las bambalinas de la cocina y porque por ella han pasado ya "muchas más personas que por elBulli", ha destacado el cocinero.

Este exclusivo almuerzo, "la primera comida de elBulli que ya no es un restaurante", ha sentado a la mesa a ocho personas seleccionadas de entre 800 que enviaron vídeos sobre qué suponía para ellos la creatividad. Y sobre cómo se desarrollaba en elBulli ha hablado Adrià a los comensales con cada una de las "elaboraciones" del menú.

"Lo más brutal ha sido ver los mismos ojos de personas que vi en elBulli", ha aseverado el cocinero, quien ha añadido que en elBulliFoundation emprenderán acciones como ésta, que no sólo ha encantado a los invitados, sino que les ha sorprendido muchísimo, según han referido.

"Mola más esto que comer en elBulli, porque aquí Ferran ha estado con nosotros, es una lección magistral", ha apuntado uno de ellos. "Se ha creado magia en la mesa entre gente que no nos conocíamos de nada", de edades variadas y profesiones y aficiones dispares: desde un arquitecto a una periodista, pasando por un experto en Japón "obsesionado" con la ceremonia del té.

No han tenido carta, al menos no al uso de un restaurante tradicional. Lo primero que han recibido al sentarse a la mesa ha sido el escrito de queja de un comensal que probó su polémica espuma de humo, una elaboración de 1997 pensada "para provocar" porque "elBulli no cambiaba de discurso por lo que dijera nadie". Después, estos atípicos comensales la han degustado y alabado.

Su primer bocado, servido por personal de sala de elBulli, ha sido pan con mantequilla. "¿Lo han hecho para molestarnos?", se ha preguntado asombrada una de las comensales. "Cambiando el pan con mantequilla por snaks y cócteles revolucionamos la forma de dar la bienvenida en los restaurantes. Allí no se comía comida, sino creatividad", ha explicado su chef.

Adrià se ha valido de su spray de dry martini de 2005 para ilustrar que "hay muchas cosas que no aguantan el paso del tiempo ni el cambio del lugar", por lo que "la vanguardia descontextualizada es lo peor", y de la trufa negra tratada como el vino de 2009 para hablar sobre los sabores puros.

Después han llegado platos virtuales como las semillas de 2006, que han visto en una tableta y que ha generado un debate sobre el talento cognitivo, aquel que "permite a muy pocos comer un plato simplemente viéndolo". "Cuando comes conocimiento comes más creatividad que degustando elaboraciones", ha animado el cocinero a sus invitados.

Con Secuencias de Japón, otro de los platos de elBulli que aquí ha llegado en forma de fotografías, Adrià ha recordado cómo su restaurante cambió también la forma de organizar un menú con las secuencias -distintas elaboraciones de un producto- y con Especias, un juego en el que han tenido que identificar doce, lograba averiguar el nivel de conocimiento culinario de los clientes.

El restaurante elBulli supuso un antes y un después en la gastronomía mundial y Ferran Adrià sigue creando a través de elBullifoundation. "Ahora el reto no es crear platos, es crear conocimientos", pero sin dejar de ser revolucionarios.

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