Borrar
Llagar de Trabanco, en Llavandera.
Turismo con sidra

Turismo con sidra

Asturias impulsa el consumo de su bebida regional, convertida también en reclamo para los visitantes con visitas a los llagares

miguel llano

Jueves, 5 de noviembre 2015, 01:12

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Tenía claro RamónBastida, director de la bodega RamónBilbao, que «las denominaciones de origen y el concepto de región productora tenía que evolucionar». Se refería sin hacer de menos los controles que son parte de la razón de ser de una D. O. y que en la juventud de estas marcas de calidad, como es el caso de la sidra, son muy necesarias a que «deben concentrarse más en transmitir el valor de la región, no solo por el vino, sino por el paisaje, el estilo de vida, lo que se come...» Y finalizaba de hablar de su D. O. de Rioja diciendo que «deben abrirse a estos conceptos».

Salvando las distancias, y que no se podrán sumar uvas y manzanas, la Sidra de Asturias y los llagares que producen aquí vienen dando muestras de que están apostando por algo más que el producto y sus canales de comercialización habituales.Los llagares ofrecen cada vez más visitas y paquetes turísticos que aportan un valor añadido a sus productos: «No sólo es producción, se trata de generar un valor turístico que a su vez ayude a conseguir un reposicionamiento del producto mediante un aumento de percepción del valor», sintetiza Reyes Ceñal, gerente de la D. O.Sidra de Asturias. «A partir de una visita, la gente conoce el proceso y también puede llegar a conocer la marca y que ésta aumente su prestigio», cuenta Marta García, encargada de las visitas en elLlagar Castañón.

Castañón, en Quintueles, recibía ayer la visita de cien ingleses que se habían bajado de un crucero. Fue a finales de 2011, con la remodelación del llagar convetido ahora en uno de los más modernos y atractivos de la región cuando la dirección decidió apostar por el sidroturismo. «Se comenzó ofreciendo un tipo de visita.Después, se ampliaron los horarios y más adelante fuimos ofreciendo cada vez más tipos de visitas guiadas.Ahora, además de las que se pueden reservar, hay dos visitas guiadas cada, día de martes a domingo».

Esto ha supuesto un nuevo puesto de trabajo en elllagar, el que ocupa Marta, y un nuevo canal de promoción y de venta directa:«Con la entrada de 6 euros, damos un descuento de compra en tienda de 3 euros por si se quiere uno llevar un regalo». Hay otras opciones como escancia un culín y toma un pinchín, donde se ofrece una tapa de queso asturiano y embutido para tomar con un culín, y algunas más amplias con una espicha tradicional.

Desde luego, no son los únicos llagares que ofrecen visitas.ElGaitero, Trabanco, Cortina, Fran, La Morena... también tienen una buena oferta, en muchos casos, con visitas en varios idiomas y con experiencias D. O., en las que el visitante puede conocer más sobre cómo se elabora la Sidra de Asturias D. O.Los llagares, cada vez más preparados, buscan atraer públicos de alto poder adquisitivo. «Nosotros, poco a poco, buscamos atraer visitas de más calidad, en términos turísticos, como ocurre con los viajeros de los cruceros», explica García, quien a su vez reconoce que disfruta mucho cuando alguien prueba su sidra y, porque le ha gustado, decide visitar el llagar. Unas visitas cuya mejor fecha, además, es ahora, ayudándo así a desestacionalizar el turismo.

«El potencial está en que podemos ofrecer una serie de paquetes gastronómicos, de muchas formas y niveles, que ayuden a conseguir que todo esto se posicione con un mayor margen en el mercado», explica Reyes Ceñal, que ve un futuro que pasa por «mayor valor añadido, mejora de procesos y nuevas ofertas en el sector».

Un futuro que mira, como en los propios procesos (separación por variedades, selección...) al mundo del vino. «Las D. O. tienen que tender a dar un valor añadido y un contenido mayor a esa contraetiqueta, que el consumidor entienda los valores que ahí se concentran», explicaba en una entrevista enYantar, el bodeguero de La Rioja. «Todo esto tiene que ir en una línea en la que el consumidor encuentre productos diferenciados, con mayor y menor valor añadido; pero lo que está claro es que no puede seguir siendo todo igual», explica Ceñal.

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios