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Martín Berasategui, durante el discurso de agradecimiento a su Caldereta como Maestro Nacional.
«Soy lo que soy gracias a quienes han formado parte de mi equipo»

«Soy lo que soy gracias a quienes han formado parte de mi equipo»

Martín Berasategui, Ramón Celorio y Adrián San Julián coinciden en dedicar la Caldereta a sus compañeros de fogones

Miguel Llano

Jueves, 7 de julio 2016, 09:23

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Reivindica Martín Berasategui, en su defensa y en la de la profesión de los cocineros de vanguardia, que «lo que hoy es tradición antes fue innovación». Así lo expresó durante su discurso al recoger la Caldereta de Don Calixto al Maestro Nacional de manos de Julio Maese, director general de EL COMERCIO.

La pondrá, este maestro de cocineros, junto al premio que más ilusión le ha hecho recibir en su vida, el Tambor de Oro de San Sebastián: «Esta Caldereta y este cuadro estarán junto a él, en mi restaurante». Orgulloso del calor que recibió durante su visita a Gijón, Martín Berasategui compartió escenario con Ramón Celorio, Maestro Asturiano, y AdriánSanJulián,Joven Cocinero.

Adrián, el primero de los premiados en subir al atril, se emocionó y emocionó a los centeneras de compañeros de profesión que quisieron arropar a los premiados en el Palacio de La Riega. «Yo soñaba con cruzarme un día con Martín Berasategui, hablar con él en un pasillo, pero no recibir hoy un premio junto a él». Con veintiséis años, el cocinero de Yume compartió el premio con sus compañeros y su socia y jefa de sala del restaurante, Iratxe Miranda: «Alguien tiene que ser la cabeza y subir aquí a recoger el premio, pero es el equipo entero de Yume quien se lo lleva.Quien me soporta cada día y me dejan hacer lo que yo quiero».

En la misma línea, Ramón Celorio, cocinero de Los Arcos, se manifestó, agradeciendo el galardón a EL COMERCIO, y a la gente que trabaja con él en el Grupo Nature, «y a mis equipos de cocina, que hacen todo posible». Quiso también dedicar su Caldereta «con mucho cariño a AntónPuente, Julita García y Tomás Álvarez, quienes día a día estan conmigo y hacen que el proyecto salga adelante».

Generosos en su compartir, fue Martín Berasategui quien puso el broche a la ceremonia con un discurso en el que agradeció a la gastronomía y a la cocina «todo lo que me ha dado» al tiempo que aseguró que él dejaba en herencia «mis 41 años de profesión». Una trayectoria en la que, como explicó, se han cruzado numerosos rostros, muchos de ellos asturianos, «que han formado parte de mis equipos y que me han ayudado a ser lo que soy».

Martín Berasategui, que se despidió con su popular «¡Garrote y hasta la victoria!» con el que acostumbra a cerrar sus discursos y apariciones públicas, también recordó un buen número de anécdotas futbolísticas, entre ellas, cómo consiguió no fumar gracias a El Brujo:«Fui a El Molinón con un puro y cada vez que Quini cogía el balón... se me apagaba». Aquí vió ganar la liga a su Real Sociedad y eso «tampoco se olvida». Como sus platos.

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