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Adiós a Gabino Ibáñez, primer cocinero gijonés con estrella Michelin

Adiós a Gabino Ibáñez, primer cocinero gijonés con estrella Michelin

El propietario del restaurante Los Hórreos, en La Providencia, se convirtió en un referente en la gastronomía asturiana con sus pescados de primera calidad

o. suárez

Jueves, 8 de junio 2017, 03:02

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Gabino Ricardo Ibáñez Erice pasará a la historia de la gastronomía como el primer cocinero gijonés que consiguió una estrella Michelin. El que fuera propietario del emblemático restaurante Los Hórreos, ubicado en La Providencia, falleció ayer a los 64 años después de toda una vida dedicado a la restauración y seis años después de echar el cierre a su negocio. Su funeral se celebrará hoy a las cuatro de la tarde en la iglesia parroquial de Somió. A continuación los restos mortales serán incinerados en el tanatorio de Cabueñes.

Fue el primero en conseguir el prestigioso reconocimiento gracias a una cocina de producto, en la que destacaban los platos con el pescado como base principal y los mariscos de primera calidad, sin olvidarse de la caza. Se acompañaba entre fogones de su esposa, Mari Nieves González Canteli, un pilar muy importante del establecimiento. «A día de hoy sería una cocina clásica, pero entonces su estilo supuso una novedad importante, sobre todo en cuanto a presentación de los platos se refiere», recuerda el crítico gastronómico Eufrasio Sánchez.

Entre sus platos más populares y demandados estaban la chopa a la sidra, el pixín también a la sidra o la fabada y los oricios. Su secreto residía precisamente en la calidad de la materia prima, que el propio Gabino Ibáñez seleccionaba con mimo para ofrecer a su clientela.

El restaurante Los Hórreos formó parte de la vida social de La Providencia, albergando buena parte de las reuniones vecinales, especialmente las que servían, con mesa y mantel por el medio, para rendir homenaje a los vecinos más veteranos del barrio. Pero su fama se extendió en la década de los años 80 y los 90 por el concejo y la región. Acogió numerosas bodas, bautizos, comuniones y celebraciones que se celebraban en los amplios salones, tan característicos como los emblemáticos hórreos que se levantaban en la parcela y que dieron nombre al establecimiento.

Echó su cierre en 2011 después de treinta años de ininterrumpida actividad. La crisis contribuyó a la desaparición del emblemático restaurante, que sucumbió a las dificultades económicas y a la baja por enfermedad de la cocinera consorte. La familia Ibáñez aceptó la oferta de un empresario vasco que tenía previsto construir en la parcela.

Con el derribo de la casona que albergó el restaurante se puso fin a toda una vida en La Providencia, un referente en la parroquia de Somió que conseguía reunir en torno a una mesa a las familias, disfrutando de cualquiera de los platos que Gabino y Mari Nieves cocinasen con la profesionalidad que en los años 80 les hizo merecedores de la estrella Michelin. Su mujer y sus dos hijos recibieron ayer numerosas muestras de cariño en el velatorio que se instaló en el tanatorio de Cabueñes.

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