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El rincón de La Rioja

El rincón de La Rioja

Con dieciséis años de andadura, pasa inadvertido excepto para una parroquia fiel, constante y creciente

Luis Antonio Alías

Jueves, 8 de junio 2017, 12:24

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Moisés es el cocinero, y Javier el encargado de sala, pero ambos saben de fuegos lentos y puntos justos. Enma, madre de Moisés, originaria orgullosa de Cimavilla, les ha enseñado y dirigido con autoridad y provecho, mientras que Mari Paz, la de Francisco, riojana de Quel, en la fértil vega del Cidacos, provee de productos hortícolas cultivados mimosamente.

Por eso las verduras suaves, tiernas, sabrosas, necesarias para descansar un poco de tanta zoología ingerida, protagonizan sorpresas delicadas y deliciosas como el sutil pastel huertano, los espárragos frescos (qué pocas ocasiones de disfrutarlos), los pimientos del cristal jugosos y dulces, las cremosas alcachofas salteadas, las crujientes y clorofílicas croquetas de espinacas, los golosos cachopines de penca o escalopines de calabaza con salsa de queso, las delicias de coliflor que honran su nombre, la redonda suculencia del champitorto, el festivo cardo con salsa de almendras que buena parte de la comarca media del Ebro eleva a rey de las navidades, las cuaresmas y la vigilia

¿Una menestra riojana para dos personas? Lo exige la temporada. ¿Una tortilla de alcachofas y ajos tiernos? Pocas versiones tan ricas y ligeras de la patatera clásica.

Aparte, el toque exótico lo pone la ensalada de quinoa, el cárnico las chuletillas de cordero y la chistorra, el marinero los tacos de bacalao con pisto, y el diferencial (sólo para paladares refinados y desprejuiciados) los caracoles a la (por supuesto) Riojana, que llevan su chorizo, su picante, su sofrito y sus conchas rellenas de gasterópodo lechuguero: resulta curioso que los asturianos, apasionados de los bígaros que rebuscamos y sacamos alfiler en mano, le tengamos tan poco aprecio a la versión terrestre, rolliza y nutritiva. Añadamos arroces veganos y marineros (pulpo, berberechos, calamares, almejas), que Moisés está versado en ciencias paelleras.

El rincón, que de rincón se trata, posee sala única compartida por barra y mesas:llamativo de lámparas y revestido de placas de piedra y cuero, original y sereno, adquirió presencia y ciencia tras el encuentro de nuestros protagonistas: Javier venía mucho por Gijón debido a su profesión de comercial de calzado (Quel queda a una pequeña caminata de Arnedo, una gran capital europea del buen vestir los pies) y terminó enamorado de Gijón donde incluso puso tienda. Amigo de Moisés, decidieron coger primero en traspaso el local vinatería y tapería al principio con vinos traídos directamente de La Rioja y no mucho después, ya propietarios, emprendieron una reforma que incluyó, además del continente, los contenidos de platos hondos, llanos, de postre y de refinamientos.

Menos mal que un amigo común nos avisó de lo mucho que valía la pena visitarlo y correr la voz, pues pecan de discretos.

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