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De vacas felices, productos de de alta calidad

De vacas felices, productos de de alta calidad

La Saregana lanza al mercado una mantequilla elaborada con leche de su propia ganadería y que respeta los sabores de antaño

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Jueves, 19 de octubre 2017, 10:37

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A Yaiza Rimada Hernández la pasión por la ganadería le viene de cuna. Su padre y su abuelo eran ganaderos y ella siguió su estela. La desafortunada bajada del precio de la leche, que les coincide con una gran inversión en una nueva nave, les obliga a dirigir un negocio pensado para la venta de leche a tener que realizar derivados lácteos.

«Había que evolucionar, solo de la leche ya no se podía vivir. Empezamos con yogures y requesón hará diez años. Poco a poco fuimos ampliando la gama e incluimos yogures con frutas, que no es lo mismo que de sabores», bromea. Posteriormente, llegó el quesu del duernu, como se denomina al requesón, con finas hierbas, y el encarnáu. Este último consiste en un añadido de ajo, aceite de oliva y pimienta palmera, un claro homenaje al origen de la madre de Rimada Hernández, Canarias.

La inquietud y el conocimiento del sector les lleva a hacer una apuesta arriesgada y compleja: conseguir vacas Jersey, desde frisonas, a través de la inseminación. En la actualidad son ya cinco las generaciones de vaca jersey que se pasean por los amplios y verdes pastos de La Saregana. El porqué de esta raza está en la calidad organoléptica de su leche, ya que cuenta con una cantidad de grasa y proteínas mayor, a pesar de que su producción es más escasa.

Fruto de este aumento en la calidad de la leche nacen los quesos sin pasteurizar y la mantequilla. Esta última amenaza con convertirse en el producto estrella de esta casa, por sus cualidades y sabor de siempre. «Apenas producimos 20 kilos a la semana. Se elabora con la leche de nuestras vacas pasteurizada y desnatada. Esa nata la cogemos y la metemos en la mantecadora. Ahí es donde se separa el suero de la manteca, se lava a mano y se envasa. Igual que la que hacía mi abuela. No hay magia ni trucos. Al no echarle ningún añadido esto no crece, por eso tenemos tan poca producción. Nuestra leche es la que es».

Si se habla de filosofía de producción Yaiza Rimada lo tiene claro: lo primero de todo es el bienestar animal. «Somos ganaderos porque nos gustan las vacas, nos gusta que pasten en libertad. Solo entran en estabulación a ordeñar y a comer el complemento de la alimentación a base de forraje seco y cereales. Son tranquilas, conviven con nosotros un montón de años y para mí son como animales de compañía», explica emocionada.

En lo que a certificados se refiere Yaiza Rimada dice que invita a todo el que quiera conocer su realidad ganadera a visitarles. «Solo así pueden ver que nuestros animales están felices y bien tratados».

Y es que realmente no hay mejor garantía que conocer a quien produce los alimentos que acaban en la cesta de la compra de los consumidores.

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