Melendi: «La fama me pilló joven e inmaduro»

Nacido en Oviedo, en 1979, rumbo a la rumba y al rock que ha mezclado en su música, Melendi cumple diez años de éxitos, que celebra con la gira que pasa mañana, sábado, a las 22.30 horas, por el patio de Laboral, Ciudad de la Cultura. En el repertorio de la noche -con 5.000 entradas ya vendidas- estarán las conocidísmas composiciones que inició en 'Sin noticias de Holanda' (cuatro discos platino), «de las que me despido en este concierto».

¿Qué balance hace de esta década tan intensa?

Han sido diez años de crecimiento. Creo que he ido evolucionando, mi música es más madura, más reposada que hace diez años. Cuando empecé en la música, tenía un nivel muy precario, mucha frescura, y ese punto canalla que todos llevamos dentro y a medida que iba creciendo, iba dando más valor a la calidad. Ha sido una década muy intensa pero positiva en ese aspecto. He sentido que he mejorado, y he visto cómo la gente ha crecido y madurado conmigo.

¿Cómo salió del bosque y emprendió camino hacia el asfalto madrileño?

Quise probar suerte como solista. Me arriesgué, grabé una maqueta sólo con cuatro canciones y me marché a Madrid. No fue una decisión fácil, siempre tuve mis dudas de que saliese bien, pero aquí estoy, celebrando mis diez años en los escenarios.

Tenía solo 24 o 25 años cuando le llegó el éxito fulgurante del álbum inaugural, 'Sin noticias de Holanda'. ¿Cómo se asume esa gloria?

La fama me pilló muy joven e inmaduro. No pude asumirla de forma racional, empecé a llevar una vida llena de locuras. La fama me cambió la vida, pero he aprendido a manejarla con el paso de los años.

Poco después vendría el incidente en el vuelo Madrid-México. ¿Qué se aprende de esa otra cara de la moneda?

La vida que empecé a llevar repentinamente tenía que explotar por algún lado. Y lo hizo allí, en un sitio que no tuvo gravedad ni consecuencias. Sin embargo, cuando llegué a mi casa sabía que tenía que cambiar. Aprendí a pensar en las consecuencias de mis actos.

La rumba y el rock, junto al mestizaje, han sido sus señas de identidad. ¿Se ha comprendido siempre bien en Asturias esa querencia por el Sur?

Un poco sí. Cuando empecé a componer, empecé haciéndolo con una guitarra española de mi abuelo. Y mi familia por parte de mi madre es de La Carolina, de Jaén, y supongo que tengo cierta influencia de lo que se escuchaba en mi casa cuando era niño, aunque mi tierra es Asturias.

Ya comprendo que a todos los hijos se les quiere por igual; pero ¿hay alguna canción por la que guarde un afecto especial?

Difícil pregunta. Si tuviera que quedarme con alguna, le diría 'Mi ley'. Esta es una canción sobre los valores por los que uno se rige, aparte de lo que todas las leyes externas que tenemos que cumplir... pero sobre todo es lo que tú te exiges.

Volviendo al cauce, ¿nos puede anticipar el molde del concierto de La Laboral?

Será un concierto con muchas sorpresas y lleno de recuerdos. El repertorio que he escogido sé que gustará, porque son esas canciones que tanto han sonado y que apenas ya canto. Me despediré de ellas en este concierto. Además, estamos preparando un show muy currado, con una puesta en escena, luces y sonidos espectaculares. Hemos mimado mucho esta gira, así que espero que nadie se la pierda.