Secciones
Servicios
Destacamos
E. C.
Martes, 26 de mayo 2015, 00:21
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
El éxito se apoderó de su vida con la misma intensidad que el alcohol. Su papeles en El Padrino (I y II) y Serpico convirtieron a Al Pacino en el actor con mayúsculas. Pero él apenas reparaba en ello porque reservaba el tiempo que le dejaba libre los rodajes para su dependencia del alcohol. «Tenía dificultades de atención. Mi carrera estaba explotando en los años setenta pero, lo siento, no me acuerdo mucho de ello», confesó el actor norteamericano al diario británico The Sun. La desmemoria se mantuvo más allá de los años 80. Hasta que se topó con las clases teatrales de otro grande como Charles Laughton. No solo le hizo reconocer su problema sino que no ha vuelto a tomar una gota en 30 años. Al menos eso confiesa el protagonista de Perfume de mujer, la cinta que le llevó al Oscar. Pacino, que ahora protagoniza un monólogo en la cartelera londinense, no se arrepiente de haber rechazado papeles protagonistas en Star Wars o Jungla de Cristal. A sus 75 años «soy consciente de que me hago viejo, pero aún puedo actuar».
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La hora que separó a una madre y su hijo de morir juntos en Palencia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.