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Grupo de caminantes del Colegio de Abogados de Gijón y acompañantes, que acudieron a compartir la última etapa de la marcha a la entrada de la Basílica de Covadonga.
Caminando por la vida

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Los abogados gijoneses coinciden con los andariegos del Grupo en su marcha a Covadonga y la Pasarela del Sabor junta moda y gastronomía en Monza

BARRAS Y ESTRELLAS - CARMEN DEL SOTO

Domingo, 28 de junio 2015, 00:50

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C on los años, la Marcha Andariega a Covadonga, que organiza el Colegio de Abogados de Gijón, ha ido adaptándose a las preferencias de los caminantes. El cambio más sustancial se nota en la elección de las etapas ya que si antes eran mayoría los que la hacían en dos, en la presente edición han sido sólo ocho los que se decidieron a salir de Gijón de madrugada para unirse al resto -los que la hacen en tres y que ya habían pernoctado en Villaviciosa- en Arriondas.

Fueron ellos, Javier Martínez Pañeda, Tino Valle, Pedro Gallinal y su mujer Nuria González, Laura Fabé, Alberto Río, Luis Uría y Bibiana de la Puente. Casi todos veteranos en hacer la ruta al igual que lo es el letrado Francisco Fanego que, en esta edición, hubo de hacerse cargo de uno de los coches de apoyo. Y en el otro, Tito García, que se desvive por controlar el avituallamiento y cualquier circunstancia que se produzca durante la caminata.

Se da el caso de que este año la marcha fue a coincidir con la que organiza el Real Grupo Cultura Covadonga por lo que la presencia de gijoneses en el santuario fue más que notable. A ambos colectivos fue dedicada la misa en la Basílica cantada por la Escolanía y celebrada por el abad que quiso destacar la labor grupista hacia la juventud y el deporte así como el prestigio de la abogacía.

Y no fue la única coincidencia ya que el mismo domingo se acercaron a visitar a La Santina, por un lado, el presidente de Foro, Francisco Álvarez-Cascos, con su mujer María Porto y otros familiares; y, por otro, Leli Rubiera, jefe de prensa del Real Sporting, que no paró de recibir felicitaciones por el ascenso. Por si esto fuera poco, por el mercado de Cangas de Onís fue visto el popular cocinero José Andrés, de visita por los puestos de quesos y embutidos.

En otro orden de cosas, y gracias a la colaboración entre las empresas Monza, Laboral San Antonio y Jacasa 2014, tuvo lugar en las instalaciones de la primera de ellas -en el polígono de Somonte- la Primera Pasarela de Sabores. Original evento en el que se unieron el pase de modelos de ropa fabricada para diversos sectores -enfermería, hostelería, industria y equipos de protección, principalmente- con la degustación de vinos y productos 'gourmet'.

Alrededor de doscientas personas acudieron a esta cita organizada por David Fernández-Prada y su equipo de Gustatio y en la que ejercieron de anfitriones los hermanos Sierra, por la parte textil; y Javier del Valle y Rafael Suárez, por la gastronómica.

También hubo degustación en el Gota a Gota. Elena y Casín, gestores de este establecimiento, ofrecieron una cata maridaje a sus clientes para dar a conocer los vinos Recoveco de las bodegas Gil Berzal (Laguardia, Rioja Alavesa). La misma fue dirigida por su copropietario y enólogo Saúl Gil, acompañado de Juan Carlos Irala, responsable de desarrollo, que explicaron su apuesta por una viticultura sostenible a base de productos naturales no agresivos para el medio ambiente ni para el agricultor. Ni, por supuesto, para el vino. De su calidad y de su perfecta combinación con platos como un arroz meloso con gambas, unos chipirones rellenos y unas carrilleras al jerez pudieron disfrutar, entre otros, el que fuera campeón del mundo de pesca submarina, Pepe Viña; el ex jugador de fútbol, Pedro Muñiz; Inés Álvarez y Pedro Zapico, de la Asociación de Hostelería; Alberto Martín, director de La Banca; Samuel Fernández e Isabel Alonso, de Pelayo Mutua de Seguros; y Alfredo Victorero, de la empresa Producto Obra Civil Navarro.

El mismo día que la pizzería Las Candelas cumplía 44 años, sus propietarias, las hermanas Maru y Bedo Ramos, quisieron acompañar a su hijo y sobrino respectivo, Juan Carlos Gómez Ramos, en la inauguración de la sidrería El Capricho de La Colegiata, que abre en sociedad con el constructor Gian Piero Mancusi. Otra aventura hostelera para esta segunda generación de la familia que esperan sea tan fructífera como la de la pizzería, «la primera que se abrió en Gijón y posiblemente en todo el Norte», según les gusta recordar a sus fundadoras.

Menos tiempo llevan en el sector hostelero la cervecería Chamberí (5 años) y el restaurante La Mar de Tapas (3 años). Jesús D'Aymerich, al mandode la primera; y el cocinero Javier Marcos y su mujer Mónica, al frente del segundo, han sabido combinar calidad y cortesía con lo cual ya cuentan con clientela fiel. Y con ella eligieron celebrar los correspondientes aniversarios.

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