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Tanto Tereza Berganza como Doña Letizia prestaron especial atención a los niños.
«Pongo música clásica a mis hijas»

«Pongo música clásica a mis hijas»

La Reina habló con los alumnos sobre la música moderna y la importancia del estudio

Jessica M. Puga

Viernes, 17 de julio 2015, 01:30

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Doña Letizia volvió a Oviedo, su casa. Distendida, divertida, cercana y, una vez más, especialmente atenta con los más pequeños se mostró durante la inauguración de los cursos de verano de la Fundación Princesa celebrada ayer en el Conservatorio de Música Eduardo Martínez Torner.

La Reina no se separó del lado de la mezzosoprano Teresa Berganza, encargada de dar el pistoletazo de salida a una escuela a la que asisten 148 jóvenes de todo el mundo. Juntas, tras el discurso inaugural, asistieron a una demostración del taller 'El trabajo del lutier', encabezado por el profesional Diego del Valle y cinco alumnos. Aquí, ambas se interesaron por una profesional íntegramente relacionada con la música. «La mejor madera llega de Bosnia por su clima favorable. Se requiere una conservación de hasta 60 años», explicó Del Valle, «¿Y cómo la mantienen tanto tiempo?», se interesó la Reina, quien junto a la mezzo, no dudó en ponerse manos a la obra, literalmente.

Aunque, sin duda, para los alumnos el momento más especial vino tras el taller y la foto de familia. Fue entonces cuando ambas protagonistas se mimetizaron con el alumnado interesándose y resolviendo muchas de sus inquietudes. Ellos, atentos y con la cámara del móvil preparada, no perdieron detalle. Una charla, de más de media hora de duración, que versó sobre el lugar que debe tener la música moderna en su trayectoria,y durante la que Berganza compartió anécdotas de sus inicios y reivindicó los valores transmitidos en su discurso previo. Hubo un joven luxemburgués interesado en saber si estaba mal que un músico clásico escuchara música de hoy. «A mí me encanta Sinatra», contestó Berganza, sin entender de primeras la pregunta. «Teresa, estos chicos dicen que si está mal escuchar música moderna, como a Jason Derulo», bromeó la Reina, y ya entonces la cantante aseguró que eso era algo normal, que lo que no debe admitirse es «intentar aunar grandes clásicos con el 'pum, pum' que se lleva ahora y que yo conozco por mis nietas. Debe primar el respeto». De hecho, llegó a destacar la importancia de estudiar la teoría musical y cómo su amor por el repertorio clásico se lo inculcó su padre cuando tocaban en el piano piezas de Mozart. «Con seis años y un solo dedito», aseguró. Hasta la Reina, al ser preguntada por Ángeles Martínez (madre de una alumna), aseguró que en su hogar también se consume este género. «Pongo música clásica a mis hijas a diario aunque no se han decidido a tocar ningún instrumento», aseguró.

En definitiva, tanto Berganza como Doña Letizia demostraron con motivos, fotos y autógrafos por qué sus nombres eran los más demandados por los asistentes. «Han estado increíbles. El discurso de la maestra ha sido genial, sobre todo que alguien como ella venga con la humildad por delante», resumió el madrileño José Fraguas.

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