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E. C.
Sábado, 25 de julio 2015, 03:56
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Rodrigo Rato lleva una semana disfrutando de las costas mallorquinas a bordo de un yate. Solventada la (no) declaración ante el juez a principios de semana en Madrid, el también expresidente del FMI navega acompañado de su novia desde hace 10 años, la periodista Alicia González. Ambos mostraron un gran mimetismo y lucieron unos chillones bañadores amarillos y un sombrero panamá idéntico. Aunque Rato fue más osado y probó el salto de la rana mientas ella apenas se refrescaba los pies. Y rozó la exhibición al salir: su bañador no llevaba refajo. Sus antes blindadas posaderas desguarnecidas ante los objetivos. Su habitual visita a Gijón tendrá que esperar hasta agosto. Alguna cosa más tiene pendiente.
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