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Ingeniería, innovación y visión de futuro, en refinada combinación

El centro gijonés de I+D+i de Thyssenkrupp es uno de los hubs innovadores de referencia de la multinacional

CRISTINA TUERO

Domingo, 18 de diciembre 2016, 02:20

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Situarse entre las 50 compañías más inteligentes del mundo no es algo casual. Implica mantener vivos los retos de crear nuevas oportunidades, y hacerlo manteniendo un alto nivel innovación y creatividad «sin perder la agilidad de los mercados». En Thyssenkrupp tienen muy presente la teoría, que siempre tiene una plasmación práctica que supera las expectativas. El centro I+D+i de Gijón es la niña bonita de la multinacional alemana en Asturias. En él trabajan 47 personas, en su mayor parte ingenieros, que combinan «talento, conocimiento, formación e ilusión» para convertirlo y mantenerlo como uno de los principales hubs de innovación de la compañía. Un equipo que tiene más de 60 patentes registradas y extendidas a nivel europeo y mundial. Hay que recordar que la empresa dedica al año más de 750 millones a I+D+i.

¿Cómo llegó Thyssenkrupp a la Milla del Conocimiento? Por una combinación de factores. Para empezar, la cercanía geográfica a las otras dos fábricas asturianas de la multinacional (en Mieres) en las que, además, trabajaban técnicos «altamente cualificados» que aportaron ese valor inicial. Otro elemento clave fue la proximidad del Parque Científico, de los centros tecnológicos y la Escuela Politécnica de Ingeniería, con la que siempre han mantenido una relación «fluida y exitosa». De hecho, más de 200 estudiantes de la EPI han tenido su primera experiencia laboral en los últimos ocho años en Thyssenkrupp y el 40% está en la plantilla de la compañía en Asturias o en operaciones por el mundo.

Y, para cerrar el círculo de influencia, «la cercanía institucional» con las administraciones locales y con el Gobierno del Principado. «Su apuesta por la I+D+i es indudablemente un factor positivo para hacer innovación, captar y retener talento generando valor e impacto económico en nuestro entorno», explica Javier Sesma, director general.

La llegada a Gijón de Thyssenkrupp Elevator Innovation Center es lo único de 'pasado' que merece la pena destacar porque, en la actualidad, solo cabe hablar de presente y futuro y, en ambos casos, desde un punto de vista especialmente prometedor.

Años de evolución

Muchas son las innovaciones con sello gijonés. En 2011 se lanzaba al mercado Iwalk, un pasillo rodante sin foso, inventado y fabricado en exclusiva aquí, que cuenta con más de 300 unidades vendidas en más de 20 países. En los dos últimos años tenía lugar la presentación mundial del pasillo de aceleración ACCEL y el primer ascensor sin cables MULTI, dos soluciones dirigidas a facilitar el crecimiento sostenible de las ciudades por las que el MIT situaba a Thyssenkrupp entre las 50 compañías más inteligentes del mundo (en el puesto 35). Proyectos ambos que tienen un impacto muy directo en la imagen que proyecta Gijón y Asturias.

Más cerca en el tiempo, el pasado mes de septiembre, tenía lugar en Nueva York la presentación de MAX y HoloLens, que supondrán la digitalización del sector, lo que consolida el centro de I+D+i de Gijón como una referencia empresarial internacional. Los profesionales de la instalación gijonesa llevaban coordinados desde hace más de un año con el equipo HoloLens y en la actualidad mantienen a tres ingenieros en Redmon «trabajando codo con codo con Microsoft en las aplicaciones holográficas para la industria de la elevación».

Con esta tarjeta de presentación, ¿qué retos de futuro se ponen sobre la mesa? Javier Sesma lo tiene muy claro: «Logros pasados no garantizan éxitos futuros». El mayor reto del centro de Gijón es mantener su alto nivel de especialización. Un desafío que viene marcado recuerda, por «mega tendencias» como urbanización, envejecimiento de la población, digitalización o escasez de recursos. «Tenemos que ser capaces de responder a ellas con las tecnologías adecuadas para hacer de las ciudades un lugar mejor para vivir, revolucionando la industria de la movilidad», señala.

Gijón conforma, junto con las fábricas mierenses donde se industrializan las innovaciones (la de Pereda -donde se fabricarán escaleras mecánicas para el metro de Doha- y la de Baíña -que construirá 143 pasarelas para el aeropuerto de Estambul-), esa perspectiva positiva de la multinacional en Asturias.

Pero el camino, para Thyssenkrupp no ha hecho más que empezar. Desde Gijón se planifica y comienza a ejecutarse ese gran cambio tecnológico a una estanca industria del ascensor en un país, además, que supone el quinto mercado de elevación más grande del mundo. El centro seguirá ofreciendo, además, asesoramiento empresarial en los consejos regionales de Ciencia y Tecnología a la estrategia de especialización inteligente.

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