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«No entiendo a los toreros», dice la mujer de Francisco Rivera

«No entiendo a los toreros», dice la mujer de Francisco Rivera

Impactada por la muerte de Fandiño, Lourdes Montes cuenta los días que faltan para que su marido se corte la coleta

ARANTZA FURUNDARENA

Sábado, 24 de junio 2017, 12:27

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El sueño metafórico de Lourdes Montes tal vez se cumplió cuando se casó con Fran Rivera. Aunque ahora le quite el sueño (real) que su marido toree... La sevillana ha aprendido esta semana mucho sobre sus sueños y su forma de dormir al participar en el lanzamiento de un colchón inteligente creado por la marca Pikolín. Lourdes lo ha probado y relata que con la ayuda de una pulsera el colchón, dotado de un avanzado sistema tecnológico, mide la cantidad y la calidad del sueño del durmiente. «E incluso la temperatura de la habitación y las veces que te despiertas durante la noche».

Secretos de alcoba: Fran Rivera no ronca. Y su mujer duerme una media de seis horas y media por noche. «Pero con una calidad de sueño muy buena -puntualiza ella- porque casi todo el tiempo tengo un sueño profundo». Eso sí, interrumpido por su hija Carmen, que tiene 22 meses, duerme en la habitación de sus padres «y se despierta para pedir agua, el bibi o el chupe. Es que su habitación está en la planta de abajo y me da pena tenerla tan lejos».

Dicen que dos que duermen en el mismo colchón (inteligente o no) se vuelven de la misma condición. Montes no está muy de acuerdo. «Depende en qué. Fran y yo tenemos muchas cosas en común que nos han unido, pero en otras no tenemos nada que ver». Entre las coincidencias figuran «la forma de ver la vida, que no somos personas complicadas ni rencorosas y que tenemos sentido del humor, aguantamos una broma». También tienen, según la diseñadora, «una convivencia muy fácil, los dos somos ordenados y metódicos sin llegar a ser maniáticos».

Sus diferencias emergen cuando se trata de ir de fiesta... «A la hora de salir Fran no tiene fin y yo enseguida me agoto. Por mí saldría todos los días, pero un ratito. Él en cambio sale una vez al mes pero cuando sale lo da todo». Otra manzana de la discordia: la organización. Lourdes es muy organizada y su chico un auténtico improvisador. «Nunca hace planes. Te dice: Venga, haz la maleta que nos vamos a no sé donde. Y a mí eso me cuesta».

Pero quizá el desencuentro más profundo radique en la profesión de Rivera. «No entiendo a los toreros», protesta Lourdes, todavía bajo el impacto de la muerte de Iván Fandiño. «Pienso en su mujer, en su niña... Y encima ahora Fran está toreando mucho. Respeto su profesión pero no compensa el riesgo que corren. Si tienes un accidente de coche o una enfermedad, bueno, qué se le va a hacer, pero correr un riesgo tan grande por algo que tú has elegido A mí no me parece que merezca la pena». Luego matiza: «Por supuesto, apoyo a mi marido en todo, pero estoy contando los días que faltan para que se retire».

«Es demasiado impulsivo»

Rivera Ordoñez se cortará la coleta en septiembre, en Ronda. Y jura que esta vez va a ser la definitiva. Su esposa no tiene dudas. «Por una parte me da pena -confiesa- porque es una profesión muy bonita, yo lo he vivido con él y hay una parte que me encanta. Pero luego el peligro es tan grande». El torero mantiene últimamente una doble lidia dentro y fuera del ruedo. En el ruedo, con el toro. Y en las redes, con los antitaurinos, que dan más cornás que un Miura. «Me cago en los muertos de toda la gente mala que se alegra de la muerte de un hombre bueno», tuiteó Fran indignado por la reacción festiva de algunos animalistas tras la muerte de Fandiño. «Siempre le digo que no sea tan impulsivo, que aunque tenga toda la razón se piense las cosas dos veces antes de soltarlas», apunta Lourdes.

Más contenida que su fogoso marido, la sobrina del cantante José Manuel Soto vive a sus 33 años centrada en Miabril, su nueva firma de moda flamenca, sin hacer caso a los que le aconsejan que se dedique a otra cosa. «Lo tuyo no es el diseño», llegó a escribir un periodista. «No lo he leído. Fran me dio un consejo estupendo y es que no me crea ni los halagos ni las críticas». Resuelta y segura, Lourdes se prepara ya para unos días de playa... Los paparazzi no le preocupan. «No soy modelo ni actriz. No vivo de mi imagen. Si me cogen en bikini y tengo un poco de barriga no me amarga. No hay que obsesionarse con estar tan perfecta».

Lo de la barriga, además, podría indicar un nuevo embarazo, porque Lourdes quiere más hijos. «Ya que estoy metida en el lío, prefiero que vengan pronto y salir del tirón». Su pequeña Carmen ahora habla sin parar. «Me río mucho con ella -explica Lourdes divertida-. Y cuando no le haces caso, es muy insistente. Ahí se parece a Fran, es pesadita».

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