Borrar
Hannibal Laguna se obsesiona con el azabache

Hannibal Laguna se obsesiona con el azabache

Amaya Arzuaga se complica con una propuesta tan sinuosa como desconcertante

Gloria Salgado

Sábado, 19 de septiembre 2015, 12:45

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El desfile doble de Moisés Nieto y Ulises Mérida ha sido una grata sorpresa con la que comenzar la segunda jornada de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid. El primero en subir su propuesta a la pasarela ha sido el joven Nieto, que ha rememorado el boom turístico en la costa del Sol en los años 60 y 70 con la divertida colección 'Sun, sea and sex' ('sol, mar y sexo'). Las modelos, al igual que hacían las suecas que inundaban las playas de Torremolinos en las películas de Alfredo Landa, han insinuado sus encantos con unas curiosas piezas confeccionadas en punto de neopreno calado. Destaca la revisión que ha realizado de la camiseta souvenir, convertida en sudadera, y los bonitos bolsos que han aderazado sus 'looks', de Tita Madrid.

Minutos después ha llegado el turno de Ulises Mérida. Cada una de sus piezas se convierte en un 'haiku', los poemas japoneses breves pero intensos que contienen descripciones visuales completas de pequeños instantes de la vida. Sobre una silueta lineal, vertical y sinuosa, los diseños juegan con cortes y superposiciones para definir esa complejidad interior solo perceptible cuando se observa con detenimiento. Los tejidos varían desde el lino, el algodón y sedas de aspecto muy texturado, pasando por el ante con el revés de napa -nuevo material para el modista-, hasta llegar a tejidos tecnológicos con acabados de efecto metalizado. Las prendas grises conviven con tonos beiges y blancos. Una gama cromática que se rompe, de forma radical, con la introducción de tonalidades como el azul intenso, magentas y morados. Una magnífica colección aderezada con las originales y llamativas joyas de Room nº13, en las que sobresalían los largos pendientes y los guantes imitando escamas de dragón.

De la espiritualidad japonesa se ha saltado a la sensualidad de la noche africana de la mano de Andrés Sardá. Ha utilizado la seda en forma de gabardina, combinándose con la lencería en organza y raso para un safari sofisticado en caqui con detalles en oro. Para la faceta tribal ha usado cristal de Svarowski, flecos y cuentas de colores para regalar un juego visual extraordinario, combinando las distintas series de baño, mientras que el espectacular mundo animal, con pájaros, insectos, cocodrilos, serpientes y leopardos, ha mezclado moda íntima y baño en charol y PVC. Una mujer guerrera muy diferente a la súper femenina de Roberto Torretta.

La conexión de las sofisticadas urbanitas con la naturaleza es su inspiración para vestidos de mañana cortos, de volúmenes discretos en las faldas y escotes estudiados en jacquard de algodón blanco y sargas de motivos naturales impresos digitalmente en verde. Por la tarde la silueta se alarga hasta el tobillo, destacando el raso satinado rojo y el crepe rosa yeso combinados con tejidos calados en color negro. Elegantes vestidos columna en crepe rosa chicle y azul pizarra abren la noche. Escotes T se apoyan en el cuerpo de manera insinuante, dejando paso a monos y, como no podía ser de otra manera, el smoking, en el que crepe y cuero en gris metalizado se combinan apuntalando la colección, que ha cerrado con uno de los dos vestidos de novia que lució su hija, María, en su reciente enlace. Magnífico.

Entre curvas y pliegues

Amaya Arzuaga ha dado pie a los desfiles de la tarde. La burgalesa se ha perdido con tanta curva en una propuesta tan sinuosa como desconcertante. Arzuaga, siempre romántica a la par que tecnológica, ha mantenido las superposiciones, los pliegues y los perfiles con sisas abiertas, innovando con golas y unos poco acertados pantalones de tiro bajo.

Juanjo Oliva se ha centrado al 100% por primera vez en Elogy. El modista ha rescatado los vestidos clave desde sus primeras colecciones para reeditarlos con motivo de sus 15 años en la moda. Piezas para la noche que se alejan de la costura simplificándolas. Muy originales los llaveros como hebillas de cinturón. Y para original Ana Locking, que en esta ocasión sorprende con una línea muy romántica pero con carácter en Foreva, en la que trata el amor en todas sus formas, pero con la caducidad siempre presente. Tejidos que unen tradición y tecnología con acabados de confección nada convencionales que introducen siempre detalles imperfectos. Interesante el desarrollo del denim sin costuras y un neopreno muy ligero e inflado.

El azabache ha marcado el desfile del barroco Hannibal Laguna, el último del día, enmarcado en un bosque asturiano de ensueño repleto de lentejuelas, plisados y bordados a modo de tatuaje.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios