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E. GARCÍA
GIJÓN.
Lunes, 14 de mayo 2018, 01:29
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Cuando comenzaron hace siete años eran treinta mujeres y cosieron unos cien cojines. La siguiente edición convocó a muchas más y consiguieron manufacturar trescientos. Año a año, estas cifras no han hecho más que crecer. «El pasado año nos quedamos sin relleno, y éste vamos a llegar a 1.200», aseguró ayer la organizadora del VII Encuentro de Cojines Solidarios que llenó el vestíbulo del Centro Municipal de Pumarín de agujas, telas y máquinas de coser.
En total, llevan fabricados unos 7.000 cojines en forma de corazón que se reparten entre las mujeres operadas de cáncer de mama que se recuperan en los centros de salud de Puerta la Villa y Pumarín y en los hospitales de Jove, San Agustín, Grande Covián, Jarrio y el HUCA. Muchas de las 250 voluntarias que ayer enhebraban un hilo tras otro para rematar los cojines han sentido ya el poder terapéutico de estos almohadones que llegan con mensaje de ánimo.
Es el caso de Xana Benavente, operada hace menos de un mes, quien relató que cuando estaba ingresada y le trajeron el cojín le hizo mucha ilusión». La forma del mismo no es casual: «Se encaja perfectamente bajo la axila, de tal forma que el brazo no hace presión sobre la cicatriz». Y cuando te comunican que tienes esta enfermedad, añadió, «va todo tan rápido que sentir que tienes un apoyo tan enorme detrás presta muchísimo».
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