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IMPLICADO. El árbitro alemán Riobert Hoyzer, durante un partido entre el Hamburgo y el Paderborn, disputado en 2004. / E. C.
La cara sucia del deporte
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La cara sucia del deporte

El tenis y el fútbol protagonizan los principales escándalos de amaños de partidos, un negocio que prolifera de forma indiscriminada en Europa

ANA I. MARTÍNEZ

Lunes, 13 de agosto 2007, 03:25

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Las apuestas deportivas 'on-line' constituyen una modalidad de negocio que generó, sólo en España en 2006, más de 400 millones de euros, tal y como señaló la Asociación Española de Apostadores Deportivos por Internet (AEDAPI). Su proliferación ha dado lugar a numerosos escándalos provocados por personas vinculadas al deporte que amañan los partidos que sean necesarios a cambio de una suculenta cantidad de dinero.

Hace apenas unos días saltó a la luz el último caso protagonizado por el tenista ruso Davydenko y el argentino Vasallo Argüello. Cuando ambos se enfrentaban en el partido de octavos de final del torneo Sopot, la casa Betfair decidió anular el gran volumen inexplicable de apuestas que iban a favor del Argüello, número 87 de de la clasificación mundial, frente a Davydenko, número 4. Tras ganar el primer set y perder el segundo, en el tercero el ruso abandonó por una dolencia. ¿Amaño o casualidad?

Betfair mantiene un acuerdo desde 2003 con la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) para compartir todo tipo de información relacionada con supuestas actividades irregulares. Debido al enorme volumen de dinero apostado a favor del argentino, la casa no se lo pensó y por ello decidió anular las apuestas y devolver todo el dinero.

«Estamos comprometidos con que nuestro deporte no se vea manchado por la corrupción y tenemos estrictas reglas que rigen este aspecto», aseguró la casa. Como es lógico, los implicados defienden su limpieza.

Davydenko aseguró que desde hacía días arrastraba molestias en los dedos del pie izquierdo y que ése fue el motivo por el que decidió retirarse a tiempo y evitar un lesión mayor. Argüello, supuesto invitado de piedra en esta historia, dijo que sólo salió a jugar, que nadie le comentó nada, y que se sorprendió cuando le comunicaron lo sucedido.

Extrañas derrotas

Cuando nunca se llegó a comprobar nada fue en Wimbledon 2006. Betfair decidió informar sobre las irregularidades en las apuestas del partido disputado entre el argentino Carlos Berlocq y el inglés Richard Bloomfield, 170 puestos por debajo de su contrincante. La derrota se desarrolló en apenas 76 minutos, al mismo tiempo que las apuestas a favor de Bloomfield eran de 10 a 1 por medio millón de dólares.

Otro de los casos que hizo saltar las sospechas de corrupción en el mundo del tenis sucedió en 2003. El español Fernando Vicente se enfrentaba al ruso, y antiguo número 1 del mundo, Evgeny Kafelnikov. Fruto de la casualidad, todas las apuestas iban a favor del español cuando había perdido los últimos doce partidos pero iba ganando dicho encuentro. Uno de los asuntos más impactantes en la historia del fútbol lo protagonizó el árbitro alemán Riobert Hoyzer en 2005. El joven, de 25 años, confesó que ayudó a una red de mafias de apuestas por Internet en amañar partidos de la 'Champions', Copa de la UEFA y de algunas selecciones.

A pesar de colaborar con la justicia, Hoyzer fue inhabilitado de por vida. En ese mismo año, el Tribunal Superior de Justicia Deportiva de Brasil anuló los resultados de once partidos de Primera División debido a un fraude arbitral.

Una decisión histórica en la que Edilson Pereira reconoció haber sido sobornado por una mafia de apuestas por Internet con el objetivo de favorecerla. En su confesión, el árbitro reconoció haber manipulado partidos de la Liga brasileña y de la Copa de Libertadores con la anulación de goles legítimos, expulsión de jugadores y señalización de inexistentes penaltis.

El caso más reciente en el mundo del fútbol salió a la luz el año pasado en Bélgica, donde las casas de varios jugadores del Lierse fueron registradas. Días después, el escándalo salpicó también al Anderlecht y al Mouscron. El caso, investigado aún por la Fiscalía de Bruselas, habría sido protagonizado por Ye Zheyuan, un empresario de nacionalidad china que, junto con otros cómplices, habría sobornado a varios clubes de Primera y Segunda División belga y otros europeos para asegurarse el resultado de los encuentros.

Un negocio seguro

El negocio de apuestas por Internet es más que rentable. Según AEDAPI, en España creció un 65% en el año 2006. De ese mismo estudio se determinó que los españoles apuestan un 70% en fútbol y un 15% en el tenis, seguidos de los deportes de motor (7%) y de la pelota vasca (3%). Las apuestas relativas al fútbol afectan a la Liga española (40%), a la 'Champions' (30%), a la 'Premier League' (10%) y al Calcio (5%).

Sin embargo, las apuestas por Internet no dejan de ser un problema que se extiende de manera indiscriminada por todo el mundo. En la mayoría de los países europeos, a pesar de mover más de 12.000 millones de euros anuales, están prohibidas, pero escapan de la legislación al establecer sus sedes en paraísos fiscales, tales como Gibraltar, o en países de la Unión Europea en los que sí están legalizadas, como en Malta o en Austria.

Son negocios que originan pocos gastos y, en el caso de las empresas que carecen de sedes, no pagan impuestos. Por contra, suponen una amenaza a las clásicas apuestas de loterías, cuyo negocio cae en picado, mientras que sus nuevos rivales se propagan de manera indiscriminada.

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