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LOCOMOTORA. Una de las máquinas que Comsa quiere utilizar para el transporte de clínker a la Meseta. / E. C.
Problemas de logística retrasan el inicio del nuevo tráfico de clínker a noviembre
LA MAR

Problemas de logística retrasan el inicio del nuevo tráfico de clínker a noviembre

La falta de silos y de homologación de locomotoras adecuadas impide atender el barco previsto en setiembre

NACHO PRIETO

Jueves, 23 de agosto 2007, 03:09

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El suministro de clínker para la cementera de La Parrilla, en Valladolid, a través de El Musel se retrasa. El barco previsto para el próximo mes de setiembre tendrá que utilizar otro puerto. La causa, una demora en los preparativos que impide prestar el servicio adecuado de forma inmediata, circunstancia que ha aconsejado al operador que trae el nuevo tráfico, Actividades Generales Portuarias (AGP), pedir una prórroga al cliente, es decir, a la cementera.

Dos circunstancias provocan el retraso en la llegada al puerto gijonés del nuevo tráfico. Por una parte, la falta de homologación de locomotoras con la potencia adecuada para subir Pajares con un número de vagones razonable. Por otra, la falta de silos para almacenar el producto en óptimas condiciones entre la descarga y la entrega.

La solución de ambos problemas tiene distinto procedimiento y mientras la primera dificultad puede quedar salvada antes de noviembre, fecha ahora prevista para recibir el primer barco, la concesión de espacio portuario para la construcción de un silo precisará más tiempo, aunque el asunto colea ya desde principios de año.

Ferrocarril

AGP, tal y como informó EL COMERCIO, contrató con Comsa, operador ferroviario privado, el transporte por vía férrea del clínker entre El Musel y su destino final, es decir, la cementera vallisoletana de La Parrilla. El caso es que Comsa, aunque dispone ya de locomotoras con potencia suficiente para hacer el transporte competitivo, carece de momento de la homologación precisa. Por otra parte, las máquinas que tiene operativas precisarían un complemento del camión próximo al 50% para efectuar el servicio en el plazo comprometido, que es de 45 días desde el desembarque, a fin de evitar pérdida de calidad.

Aunque la Autoridad Portuaria de Gijón apruebe en su próximo consejo de administración el inicio del preceptivo trámite de competencia, entre la tramitación completa de la concesión y la construcción del moderno silo que ha sido proyectado pasará no menos de seis meses, periodo durante el cual un nuevo tráfico destinado a proporcionar a El Musel un movimiento anual próximo a las 390.000 toneladas estará presidido por la precariedad.

La inversión prevista, unos cuatro millones de euros, continúa en el aire seis meses después de que se presentara el proyecto, que requiere unos 15.000 metros cuadrados en el muelle de Alejandro Olano del puerto de El Musel, ya dedicado a los graneles sólidos.

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