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SOBREVIVE. El equipo ciclista seguirá activo la próxima temporada. / EFE
El Astana resiste
Ciclismo

El Astana resiste

Pese a dos años de escándalos, el equipo kazajo insiste y tienta a Bryuneel y Contador para el próximo año

J. GÓMEZ PEÑA

Lunes, 3 de septiembre 2007, 03:14

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El equipo Astana parece inmortal. Ahora, tras ser expulsado por el Tour y vetado por la Vuelta, negocia con Johan Bruyneel, aún director del Discovery. Con el guía de Armstrong y Contador. El Astana no sabe retroceder: da siempre un paso adelante. Pétreo. Determinado. En dos años de vida ha sufrido todo un catálogo de escándalos. Y ahí sigue: cuando por los positivos de Vinokourov y Kashechkin ya coreaban su funeral, tienta al director de los ocho Tours y al último ganador de la ronda gala, a Contador. El Astana no es un equipo, es un superviviente.

Bruyneel y Ekimov, también técnico del Discovery, viajaron la semana pasada a Kazajistán. A Astana, la capital de la estepa petrolífera. Tenían cita con el ministro de Defensa, Daniyal Akhmetov, un entusiasta del ciclismo. Al país asiático le mana el dinero de suelo. Negro, de hidrocarburo. Occidente suplica su combustible. Con Vinokourov, su embajador, abrieron otra ventana al mundo. Deportiva. Victoriosa. Para 'Vino', el Tour era más una misión que un objetivo. Su positivo por transfusión en la pasada Grande Boucle pareció el final. Pero no. El Gobierno kazajo insiste. Y no repara en gastos. A por Bruyneel.

El técnico belga, que había anunciado su adiós hastiado por el ambiente hostil que generaban sus victorias, ha puesto tres condiciones. Una: control absoluto sobre el equipo, sin interferencias, sin imposiciones por parte de las autoridades kazajas. Dos: se llevaría a su gente, a sus auxiliares, técnicos y algunos corredores. Y tres: si el nuevo Astana no consigue una plaza de invitación para el próximo Tour, todo seguirá adelante. Hay otro detalle. En el proyecto no cabe Kashechkin, también positivo por transfusión y hombre de confianza de los responsables kazajos. Tachado.

Del paro a la duda

Bruyneel está a la espera de respuesta. «Cuando no encontramos un patrocinador para sustituir a Discovery le dije a Armstrong que, tras nueve años de éxitos, necesitaba tomarme un respiro para estar con mi familia», dice. Ahora duda.

En apenas dos semanas, ha pasado del paro a tener entre las manos uno de los equipos más poderosos. El Astana. El incombustible. Una escuadra que parece vacunada contra el dopaje. De hecho, nació de un positivo, el de Heras en la Vuelta 2005. Y tomó nombre cuando se desató la 'Operación Puerto'. El patrocinador principal del equipo Liberty huyó espantado del ciclismo. Manolo Saiz se quedó con una plantilla trufada de estrellas -Vinokourov y Contador-, pero sin siglas para el maillot. En eso, apareció un conglomerado de empresas kazajas al rescate de su ídolo, de 'Vino'.

El Tour les reclamó este año, pese a las sospechas que planeaban sobre el equipo: positivo de Wesseman, proceso judicial a Mazzoleni... Más la persecución que la UCI desplegó para cazar a los 'Men in black', los corredores disfrazados de negro que buscaban así esquivar los controles por sorpresa. De todo eso salieron. Pero no del Tour: la UCI detectó sangre de otro en las venas de Vinokourov. Adiós. A él y a su equipo. Fuera. Era el final. No compitieron en agosto y la Vuelta les ha rechazado. Pero han regresado en septiembre y quieren a Bruyneel y, quizá, a Contador, un ciclista cuyo mánager es Rominger. Otro salto mortal para el equipo equilibrista.

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