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E. ALONSO
Martes, 2 de octubre 2007, 09:48
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Manuel Preciado es consciente de las limitaciones, que las hay, y exprime las cualidades a la vez que sabe encontrar los puntos débiles del contrario para enmarañarle, confundirle y derrotarle. «El único número que importa es el de los puntos, 14, porque llevamos sólo la séptima parte del campeonato», dijo el técnico ayer en la sala de prensa. «Hay que mantener la misma sensatez y seguir jugando de la misma manera porque vendrán rachas malas y todo lo que vayamos atrapando será genial», añadió el cántabro cuando se le aludió al arranque incontestable de los suyos.
El Sporting se siente cómodo. Suma 14 puntos, no conoce aún la derrota, ha desterrado el fantasma de El Molinón, tiene en sus filas al máximo goleador y al portero menos goleado... Preciado, hombre extrovertido y cordial, definió ayer las diferencias, «que no hay tantas», entre el conjunto de la pasada campaña y éste: «Hemos tratado de suplir las bajas de jugadores importantes con refuerzos que, al menos, dieran el mismo nivel y de reforzar lo que se necesitaba. Y eso se ha hecho bien». «El equipo podía haber ganado en algo, en factores que podían ser claros. Por resumirlo en una palabra, en experiencia», insistió el entrenador rojiblanco.
Preciado ha armado un equipo sólido, que se ha desprendido de los errores infantiles que tanto traían de cabeza al técnico, aunque «no han desaparecido, tan sólo no los hemos tenido». Se acabó aquello de dominar, llevar el peso del partido y acabar perdiendo por la mínima. «En este juego se castiga y se premia mucho las áreas», dijo el de El Astillero, que puso como ejemplo el partido del pasado domingo entre el Getafe y el Madrid: «Un resultado normal hubiera sido un 9-1, pero fue un 0-1. El Getafe lo hizo todo bien y perdió. Eso es el fútbol. Las áreas definen».
El técnico cántabro regresó de Soria con un grato sabor. Los tres puntos y el segundo puesto en la clasificación agradan, pero Preciado va más allá. Al titular del banquillo rojiblanco le gusta ver cómo los suyos juegan grandes partidos -«el partido de Soria fue de lo mejorcito que ha hecho este equipo esta temporada y la anterior dada la entidad del rival y el hecho de haber disparado doce veces a puerta»-, gestionan bien por fin los momentos de dominio rival -«esos ratos malos eran los que no hacíamos bien, los que pagábamos caro, con goles»-, y explotan los disparos lejanos, «que no son sólo un recurso, sino un método para abrir las defensas contrarias». «Este año tenemos gente muy ambiciosa en ese sentido, como Kike Mateo y Míchel», añadió un satisfecho Preciado.
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