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SUPERIOR. Pablo Busto se impone en el salto a Héctor en una jugada del derbi. / MARIETA
Un busto para Pablo
REAL AVILES

Un busto para Pablo

El defensa del Navarro fue el verdugo del Avilés, único equipo de su trayectoria en el que no marcó goles, y se convirtió en el máximo realizador azulgrana con tres tantos

NACHO GUTIÉRREZ

Lunes, 19 de noviembre 2007, 09:33

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Ya había colaborado con el tanto del empate, pero se convirtió en el jugador del partido cuando en el minuto 84 cabeceó a la red una falta botada por Imaz. El Navarro se imponía en el derbi local al Avilés gracias a un gol, el tercero de la temporada, de Pablo Busto, un defensa central que se ha convertido en el máximo realizador del equipo entrenado por Julio Arniella.

Un detalle al que el corverano resta importancia: «No es ese mi papel ni mi objetivo. Ojalá llegue no sé, a ocho goles, pero aquí trabajamos en grupo y lo que cuenta es el colectivo. El sábado fui yo pero pudo ser cualquier compañero».

Pero le tocó a Pablo Busto, que además podía tomarse la justa revancha deportiva ante su ex equipo: «El triunfo me supo muy bien, y con gol mío más, pero por la gente de aquí, del Navarro, no por venganza hacia nadie del Avilés. Me fui sin problemas y tengo muchos amigos. Hubo alguna diferencia con la directiva, pero no pensé en eso cuando marqué el gol».

Una diana de tres puntos para el equipo después de una larga sequía: «Eso es lo importante, los empates se quedan un poco cortos y ya tocaba sumar un pleno, que nos va a dar mucha más confianza en nuestras posibilidades». Pablo Busto es de los convencidos de que el Navarro no pasará apuros clasificatorios: «Si tenemos un poco de suerte con las lesiones, yo creo que lucharemos por estar en el grupo de los diez primeros».

Tener después de cubrir el primer tercio de la competición a uno de los defensas centrales como el goleador del equipo no es quizás la mejor señal, pero Busto piensa que «ahora es una anécdota, hay delanteros como Megido o Amieva que van a marcar bastantes».

Los suyos, de momento, están siendo muy importantes. Se estrenó ante el Candás abriendo el marcador del 2-0 final. Fue el más bello y reconoce que «rematé con todo el alma y me salió mejor de lo que podía pensar, entró por arriba junto al poste». Aumentó la cuenta en el choque ante el Tapia, rescatando un empate (2-2) en el tiempo añadido. Casi un calco del que logró el sábado: «La defensa había rechazado el balón en el saque de una falta y Jorge la volvió a poner arriba. Estaba al borde del área y rematé de cabeza por alto». Y ante el Avilés, «el centro de Imaz no lo alcanzaron Oli ni Rubo y ya pensé que podía marcar fácil si daba bien al balón». Tres goles con la rúbrica de un defensa que tiene en los genes el oficio del delantero. Él mismo lo cuenta: «En todos los equipos inferiores era uno de los goleadores, muchas veces el 'Pichichi'. Hasta que acabé le edad juvenil».

El Navarro, que lo formó en su cantera, no le hizo sitio en el primer año senior y se fue al Hispano, entonces en Preferente. Todo cambió para Busto: «Xiel me puso de central y hasta hoy». En su primer ejercicio celebró siete tantos y el ascenso del equipo, y en sus dos campañas posteriores firmó tres goles en cada una de ellas.

El Navarro lo tenía en cartera y casi a punto de firmar, el Avilés se encaprichó del corverano, que estuvo dos años como lateral derecho. Curioso: «Fue el único de mis equipos en los que no marqué ni un solo gol». Tabiella ha sido su siguiente estación y en Valliniello está «encantado de la vida y muy tranquilo».

Lo mismo sucede a la inversa. Pablo es un gran compañero, y el sábado volvió a doblar el oficio: a las cinco de la mañana acudió a su trabajo de panadero, como cualquier sábado, y a la salida acudía a ejercer de futbolista. «No tiene mayor mérito, somos muchos los jugadores que 'curramos' antes o después de los partidos».

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