«Mi estilo de vida sigue siendo tan harapiento como hace diez años»

Nunca le han nominado al Goya, pero es académico de Hollywood desde que su cortometraje '7.35 de la mañana' -estrenado y premiado en el Festival de Cine de Gijón- aspirara al Oscar. Nacho Vigalondo (Cabezón de la Sal, Cantabria, 1977) será este año el único cineasta español presente en Sundance. Su ópera prima, 'Los cronocrímenes', se estrenará en EE UU tras vencer en los festivales de Austin (Texas) y Trieste (Italia). Pujan por los derechos para hacer el 'remake' americano mientras en España ninguna distribuidora se interesa por ella. Una momia con vendas rosas preside el póster de una cinta de ciencia-ficción sobre viajes en el tiempo. «Empieza como una película de Icíar Bollaín en la que, de repente, aterrizase un ovni».

-Desde que acabó el rodaje no ha parado de viajar.

-No he tenido una semana para comportarme como un ser humano. Pero ahora paro. Mi forma de tomarme vacaciones es escribir el guión de otro largo. Y no lo digo con chulería, sino con resignación.

-Sundance es el mejor trampolín hacia Hollywood.

-Ir a Sundance es cumplir un sueño, lo mejor que me puede pasar. Los Oscar eran algo insospechado, como vivir una broma.

-Magnolia Pictures estrenará 'Los cronocrímenes' en EE UU y ya se ultima el 'remake'.

-El estreno en Nueva York va a ser el mejor momento de mi vida. En cuanto al 'remake', antes de que se acabe el año firmaremos el contrato. Será una película importante, no de 'serie B'.

-¿Le importaría dirigirlo?

-Imposible. Estoy feliz con la original. He leído alguna burrada que hablaba de falta de medios. Pero no la hubiese hecho mejor con más dinero, actores y efectos especiales. La película ya era pequeña desde la primera versión del guión.

-¿Un director soñado para la versión americana?

-Brian de Palma, le pega un huevo. Y de protagonista, Kurt Russell; Karra Elejalde ni sabe inglés ni está por la labor.

-Con toda la basura que llega a las pantallas españolas, ¿por qué ninguna distribuidora estrena 'Los cronocrímenes'?

-Mi película no sigue el modelo español. Ni tampoco el americano. He tenido presente al público, no a la taquilla. Siempre he intentado romper la barrera que separa el cine de autor del comercial. Porque preocuparte por el público no implica perder tu identidad como autor. El mercado español es frágil y delicado, lo fácil es ir sobre seguro con películas que, aunque no sean buenas, tengan precedentes. Y 'Los cronocrímenes' no tiene precedentes.

-¿Se siente frustrado?

-Sinceramente, no esperaba que fuera tan complicado generar confianza. Claro que tampoco pensaba que el filme iba a ir tan bien fuera. Si se estrena es gracias al impulso recibido de EE UU, de la misma manera que se rodó porque recibí una nominación al Oscar.

-¿Se llevaría un disgusto si no se estrena en los cines españoles?

-Me sentiría muy decepcionado. Sobre todo por la productora, porque la película debe dar beneficios. Y me reventaría por la gente que ha trabajado en ella. A un nivel egoísta, la repercusión que podría darme esta película en Hollywood ya me la ha dado. A nivel de crítica, lo que más ha gustado fuera ha sido lo más incomprendido aquí. El cine español tiene unos complejos que le llevan a aplaudir la capacidad para mimetizar fórmulas ajenas.

Fan desbaratado

-La Academia se ha retractado y premiará los cortometrajes en la gala de los Goya.

-Me parece fantástico. Se han comido el marrón de que 'Alumbramiento', de Eduardo Chapero-Jackson, mejor corto en Venecia y en los Premios del Cine Europeo, no está nominado al Goya. Es triste. Nadie pidió quitar los cortos de la gala y nadie celebró esa decisión. Estaba escrito que iba a ser una medida impopular.

-Usted es una figura de culto en internet. Mantiene el contacto con sus espectadores a través de un blog.

-Antes el director era un figura lejana, mitificada, un nigromante que manejaba los hilos de las marionetas. Los jóvenes directores que padecíamos ese referente hemos tenido en Internet la oportunidad de mantener un contacto constante con nuestros espectadores y no desaparecer del mapa tras estrenar. Es un regalo.

-¿No puede uno acabar viviendo de una manera determinada para presumir en el blog? ¿No le da pudor exhibir un diario íntimo?

-Te garantizo que lo más fácil es confesar, mostrarte a ti mismo. Componer una personalidad o diseñar tu forma de vida para el blog tiene que resultar agotador. Aunque hay gente que lo hace en blogs que son auténtica literatura, donde la mayoría de lo que se cuenta es mentira. Yo no tengo las fuerzas para, además de trabajar en la ficción, componer un personaje en el blog. Me sirve para liberarme.

-¿Se arrepiente de algunos 'post'?

-Me arrepiento de la calidad. Los releo y pienso que podían estar mejor escritos y haber sido menos impetuoso.

-Ha estado en tres entregas de los Oscar, festivales de todo el mundo ¿Un momento memorable?

-En Trieste comí al lado de un señor venerable. Y a los postres descubrí que era Lamberto Bava, parte de mi vida como cinéfilo. Y no pude evitar 'postear' el momento que viví en los Oscar, sentado en un banco con con Kirsten Dunst y Mariví Bilbao. En este último viaje a Los Ángeles estuve con Terry O'Quinn, el actor de 'Lost' Tengo que intentar preservar hasta el final la inocencia del fan desbaratado. Dejaría de disfrutar de algo tan increíble como es flirtear con Hollywood. En Sundance seré un profesional serio, pero en cuanto vea a Tarantino o a Bruce Willis me volveré loco.

-Hace años trabajó en 'El pasaje del terror' disfrazado de madre de Norman Bates. En el fondo, sigue haciendo lo mismo: inquietar al personal.

-Sí. Ojalá dentro de cincuenta años mire hacia atrás y compruebe que sigo haciendo lo mismo. Todo se reduce a algo tan puro como asustar a la gente. Terror, comedia Da igual, mientras consigas provocar algo. Cuando haces cortos, sueñas con que el largo es la tierra prometida. Pero cuando llegas ves que no has cruzado ninguna línea. No tengo sueños de glamour y riqueza, lo que no deja de ser un desastre. Mi estilo de vida sigue siendo tan harapiento como hace diez años. No consigo evolucionar socialmente. Sólo pido seguir haciendo películas mientras haya historias que las merezcan.