El PP de Villaviciosa tacha de «imposición» la decisión de retirar las placas franquistas

El grupo popular de Villaviciosa optó ayer por la abstención en lugar de emitir un voto sobre la moción del PSOE que pretendía que la corporación ratificara la retirada de las placas franquistas de las plazas del Generalísimo y de José Antonio. «Acatamos la ley, pero no vamos a votar ni a favor ni en contra de una imposición», afirmó el portavoz de la agrupación, Juan Basilio González, quien tachó la propuesta de la oposición de «demagogia pura y dura».

El líder popular argumentó, tras la celebración del Pleno extraordinario, que «la moción iba dirigida a destruir los posicionamientos del PP y a provocar controversia, sin ningún sentido». Y es que, a su juicio, «ya no hay que hablar de vencedores ni vencidos, sino que hay que realizar actos de confraternización, de respeto a las víctimas de ambos bandos, en vez de rascar viejas heridas».

González subrayó, asimismo, que su formación apoyó la formación de un grupo de estudio para la renovación del callejero de la Villa, cuya principal misión será renombrar las plazas conocidas como el Güevu y La Palmera. Sin embargo, recalcó que «también hay calles y placas del otro bando».

Por su parte, el grupo URAS-PAS votó a favor de la moción, «como no puede ser de otra manera», subrayó su portavoz, Xicu Xabel Díaz. El regidor maliayo, Manuel Busto, señaló antes del debate plenario que «con la retirada de las placas, ya es más que suficiente para que el Ayuntamiento lo admita».

Tras conocer las posturas del equipo de gobierno, el concejal del PSOE Manuel Tuero apuntó que «las actuaciones democráticas tienen que tener respaldo de las corporaciones democráticas».

El respaldo unánime fue entregado a la petición del PSOE de redactar un plan de limpieza de los cauces fluviales del concejo, con el objetivo de minimizar el riesgo de inundaciones en ríos como el Riaño y el Tresmil.

Problemas de titularidad

La controversia política surgió entorno a la propuesta dirigida a promover la firma de un convenio entre el Estado, el Principado y el Ayuntamiento para que el club Piragüas El Gaitero pueda disponer de las instalaciones de El Calieru. El PSOE presentó una sentencia «en firme» del Tribunal Supremo, fechada en noviembre de 2006, que reconoce la titularidad del inmueble a Demarcación de Costas, organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente. Pero ese fallo, apuntaron representantes del equipo de gobierno, está recurrido por el club, «y hasta que no agoten todas las vías jurídicas, no podemos asumir que El Gaitero no es el propietario», aseveró Busto.

«Esta moción está presentada de espaldas al club, dando por sentado que la titularidad es de Costas», declaró González, quien sentenció que «el Ayuntamiento está para defender los intereses de los vecinos». En este sentido, tanto PP como URAS preguntaron a cerca de la situación de los particulares que, a pesar de contar con títulos de propiedad, se ven afectados por la delimitación del dominio público marítimo-terrestre. No obstante, el ejecutivo local se comprometió a negociar con Costas la rehabilitación de El Calieru.